El Eclipse De Dios

El Eclipse de Dios

Un padre solía llevar con él a misa a uno de sus hijos, de tres o cuatro años. Iban, normalmente, a una iglesia que tenía unos vitrales con imágenes. Un día el pequeño le preguntó a su padre -¿Quiénes son esas personas que están dibujadas en las ventanas? El padre, sin más explicaciones, le dijo: -Son santos.

Algún tiempo después se hablaba en casa de la beatificación deun sacerdote. Y el padre preguntó al pequeño: -¿Sabes lo que es un santo? –Si -dijo el niño- Santos son los que dejan pasar la luz.

El 19 de agosto, durante su encuentro en El Escorial con 1.664 religiosas jóvenes, el Papa, defendiendo la "radicalidad evangélica" de la vida consagrada, ha destacado que la misma "Cobra una especial relevancia hoy, cuando en la sociedad actual se constata unaespecie de eclipse de Dios, una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza."

Así, el pontífice ha denunciado, lúcidamente, el estado de cosas en nuestra sociedad y en nuestra religión.

Ahora bien, un eclipse (del griego ekleipsis, que quiere decir‘desaparición’, ‘abandono’) es un suceso en el que la luz procedente de un astro es bloqueada por otro, normalmente llamado ''cuerpo eclipsante''. Cuando el Papa habla del “eclipse de Dios”, ¿a qué, o a quién, se referirá en términos de “cuerpo eclipsante”? ¿qué, o quién, será el cuerpo oscuro que, de alguna manera, “tapa” la Luz de Dios y no le permite lleguar a la sociedad?

Muchos creen que el problema es lasecularización progresiva de la sociedad moderna, que no se trata “ ... del reconocimiento de la justa autonomía del orden temporal, en sus instituciones y procesos, algo que es compatible enteramente con la fe cristiana y hasta directamente favorecido y exigido por ella.”, sino del laicismo ideológico, que “ ... comporta un modo de pensar y vivir en el que la referencia a Dios es considerada comouna deficiencia en la madurez intelectual y en el pleno ejercicio de la libertad”, algo que “ ... conlleva la voluntad de prescindir de Dios en la visión y la valoración del mundo, en la imagen que el hombre tiene de sí mismo, del origen y término de su existencia, de las normas y los objetivos o fines de sus actividades personales y sociales.” (El cristianismo y el reto de la secularización,cardenal A. Cañizares)

Es muy posible que este razonamiento sea correcto. Pero el caso es que esta secularización se produce en las entrañas mismas de una sociedad vastamente adoctrinada por la iglesia católica y, tal vez, la pregunta que deberíamos hacernos es: ¿qué es lo que hizo que esa sociedad se alejara de los principios aprendidos durante 20 siglos, en pos de este nuevo paradigma ideológico,vacío de Dios?

Cuando Jesús formó su grupo de discípulos, los llamó a “seguirlo”. Este seguimiento no era meramente ideológico, sino literal, es decir, los invitó a abandonarlo todo para estar con Él, para vivir con Él y experimentar, en sus propias vidas, el Reino de Dios que había venido a implantar. Un Reino en el que debían reinar la vida y la dignidad de los seres humanos, donde loshombres debían luchar por una sociedad más justa y fraterna.

Y, para lograrlo, Jesús recurrió a la fuerza del amor. Él, y el grupo itinerante de hombres y mujeres que lo acompañaba, se ocupaban en atender las necesidades y sufrimientos del prójimo. Juntos recorrían ciudades, pueblos y aldeas en busca de la gente, para aliviar sus dolores, compartir sus alegrías y anunciarles que Dios estaba en mediode ellos para cuidarlos y protegerlos, porque los amaba.

Cuando murió Jesús, esa pequeña comunidad, profundamente persuadida de su misión e inspirada por el Espíritu de su fundador, no solo sobrevivió a los ataques y persecusiones de los poderosos de la época, sino que se fortaleció y extendió de tal modo, que terminó triunfando sobre todos ellos e impregnando con su fe a todo el mundo...