El efecto actitud
Por el Dr. César Mella (Psiquiatra)
Nos preguntamos asombrados ¿qué está pasando en este país?. Al ver las atrocidades que ya son cotidianas en la noticias, y al mismo tiempo nos confortamos liberándonos cómodamente de la resposabilidad de actuar culpando siempre a nuestro gobierno de toda la inseguridad que se vive en las calles.
Este país esá sumergido en unaera delictiva generada y participada principalmente por gente joven.
Yo me preguntaría y plantearía la siguiente pregunta: ¿Cómo eduqué o estoy educando a mis hijos? ¿Qué valores inculco o inculqué a mis hijos??
A los jóvenes de este siglo hay que llamarlos varias veces en la mañana para “llevarlos” a la escuela y digo llevarlos porque no tienen que tomar el camión o caminar para llegar aella.
Se levantan generalmente irritados pues se acuestan muy tarde viendo el cable, jugando playstation, hablando o mensajeando por teléfono o conectados a la Internet.
No se ocupan de que su ropa esté limpia y mucho menos en poner un dedo en nada que tenga que ver con arreglar algo en el hogar.
Tienen los últimos juegos del mercado, ipods y computadoras, que cada día hay que actualizarlesa lo último de la tecnología.
Idolatran a sus amigos y a los falsos personajes de los realitys de TV. Ah, ¡pero viven poniéndoles defectos a sus padres a los cuales acusan a diario de que sus ideas y métodos están pasados de moda!
Se cierran automáticamente a quien les hable de ideologías de moral, honor y buenas costumbres, y mucho menos de religión, pues lo consideran aburrido y que yalo saben todo.
Nos asombramos por qué los sicarios cobran cuotas sin trabajar por ellas cuando a nuestros hijos los acostumbramos a darles todo incluso su cuota semanal o mensual sin que verdaderamente trabajen por ella, y de la que todavía se quejan porque 'eso no me alcanza'.
Y cuando les exijes lo mas mínimo en el hogar o en la escuela, lejos de estar agradecidos te contestaran: “yo nopedí nacer” “es su obligación mantenerme” o “¿quién les manda a mis padres andar de calientes?”.
Definitivamente estamos jodidos pues la posibilidad de que hagan su vida independiente se aleja cada vez más, pues aún el día que se gradúan y consiguen un trabajo, hay que seguirlos manteniendo, pagándoles deudas, servicios y hasta los partos de sus hijos.
Con lo anterior, me refiero a un estudioque indica que este problema es mayor en chicos de la sociedad de clase media o media alta (o de capas medias urbanas) que bien pudieran estar entre los 14 y los 30 años, sí es correcto: 30 años o más... ¿¿¿lo pueden creer??? y que para aquellos padres que tienen de dos a cuatro hijos constituyen un verdadero dolor de cabeza.
¿Entonces en qué estamos fallando?
Yo sé que dirán que lostiempos y las oportunidades son diferentes, pues para los nacidos en los años cuarenta y cincuenta, el orgullo reiterado es que se levantaban de madrugada a ordeñar las vacas con el abuelo; o tenían que ayudar a limpiar la casa; no se frustaban por no tener vehículo, andaban a pie o en bicicleta a donde fueran, siempre lustraban sus zapatos, los estudiantes no se avergonzaban de no tener trabajosgerenciales o ejecutivos, aceptaban trabajos como limpiabotas y repartidores de diarios.
Lo que le pasó a nuestras generaciónes, es que elaboramos una famosa frase que no dio resultado y mandó todo al diablo:
"¡YO NO QUIERO QUE MIS HIJOS PASEN LOS TRABAJOS Y CARENCIAS QUE YO PASE!" .
Nuestros hijos no conocen la verdadera escasez, el hambre. Se criaron en la cultura del desperdicio: agua,comida, luz, ropa, dinero.
A los 10 años ya habían ido a Disney World, cuando nosotros a los 20 si bien nos iba sabíamos lo que era tener un pasaporte.
El 'dáme' y el 'cómprame' siempre fue generosamente complacido convirtiéndolos en habitantes de una pensión con sirviente incluído y todo incluído, que después queríamos que funcionara como un hogar.
Es alarmante el índice de divorcios que...
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