El Encuentro Con El Otro Como Reto Del Siglo Xx

Y desde la prehistoria se plantea un dilema sobre qué hacer cuando nos encontramos a Otros en nuestro camino, a aquellos que no comparten nuestro lenguaje, cultura o religión. Pues bien, la primeraopción consiste en enfrentarse al desconocido y así batirse en duelo para poder implantar las propias costumbres. Otra opción es aislarse, quedarse impasible ante la nueva situación poniendo barrerasde por medio para que nada cambie la situación en la que estaba. Si ninguna de estas dos convence, la tercera puede que sirva y que cooperar con los Otros sea la mejor opción, haciendo uso de lacomunicación y el diálogo para intercambiar ideas.
Claro, que ésta decisión se ve influida por dos factores: la cultura y la época en la que a uno le ha tocado vivir. De la tres opciones la última es lamás fácilmente defendible, ya que la del duelo desencadena sucesivas guerras que terminan en auténticas masacres y la segunda (conocida hoy en día como “apartheid”) derive casi siempre en una doctrina deodio hacia el Otro.
En la antigua Grecia se tenía al Otro en mucha mejor estima, se adoptaba una postura mucho más hospitalaria en la que las puertas además de para cerrarse servían para abrírselasal prójimo, acto que, según Emmanuel Lévinas, es fundamental. Éste pertenece al grupo de filósofos dialoguistas que luchan contra la sociedad de masas y los totalitarismos, defendiendo (como bienindica el nombre del grupo en el que se insertan) el diálogo con el Otro e incluso hacerse responsable de éste.
Sin alejarse mucho de éstas posturas, el antropólogo Bronislaw Malinowski que, partiendode que a aquellos que nos parecen extraños también nosotros se lo parecemos, decide averiguar cuál es la mejor manera de conocer a personas de otras culturas, por lo que decide viajar. Cae en la cuentade que cualquier cultura tiene dificultades para comprender a otra y que cuando alguien se aleja de su cultura se ve afectado, por eso importa el hecho de tener una identidad propia, es decir,...