El enfermo imaginario
Título del ensayo: Jean-Baptiste Poquelin: ¿La paja en el ojo ajeno?
JEAN-BAPTISTE POQUELIN: ¿LA PAJA EN EL OJO AJENO?
“Algo debe cambiar para que todo siga igual”
(“El gatopardo”.G. Tomasi di Lapedusa)
Una buena puesta en escena de “El enfermo imaginario” nos haría reír de buena gana; eso intuimos, al menos, después deleída la obra, compuesta hacia 1670 con el propósito inicial de ofrecerla a Luis XIV, gestor de la grandeza de la Francia del siglo de oro. Pero, ¿de dónde surgiría la risa que podría llegar hasta las lágrimas si el actor que encarna a Argán, representara su papel acertadamente? Indudablemente de su actuación. Pero también deberíamos considerar la situación en la que el personaje central estáinmerso: nos reiríamos del hipocondríaco burgués de quien todos los demás personajes hacen escarnio. La risa generalizada se transforma, entonces, y, de sano esparcimiento, pasa a ser el justo castigo que el personaje merece por sus defectos. Surge así la moralización que haría de la sociedad francesa de la época, una sociedad moralmente aceptable, según los cánones de la monarquía ilustrada.Pero, ¿a quién quiere castigar realmente Molière en esta comedia? ¿Al enfermo imaginario, o al personaje que sufre dicha enfermedad? Aunque parezca una sutileza, responder esta pregunta es de vital importancia para nosotros. Pensamos que el castigado es el burgués, a quien nuestro autor adorna, a lo largo de su producción, con todos los vicios necesarios para corromper la sociedad a la quepertenece. ¿Y a quién satisfaría el estereotipo? Pareciera que al monarca absoluto que tiene al dramaturgo bajo su protección y gracias a quien puede desarrollar su accidentada carrera de actor, productor y autor de las obras que tanto nos hacen reír. Molière se nos aparece, entonces, como el burgués arribista que critica en otra de sus obras. Llegar a la corte es una manera de subsistir, y lo haceriéndose de los vicios que él mismo parece poseer. Pone al servicio de la diversión del monarca, la figura deforme que este quiere ver. Caricatura de un segmento de la sociedad francesa que adquiere cada vez más importancia, y a la que hay que mantener en su sitio a toda costa. Y Jean- Baptiste Poquelin, burgués de nacimiento, hijo del acaudalado tapicero real, conoce muy bien al francés medio ysaca provecho de él.
El examen detenido de Argán, el burgués egoísta y crédulo, ignorante y autorreferente que no vacila en comprometer en matrimonio a su hija con alguien a quien no ama con tal de satisfacer sus necesidades, posee algunas de las características con las que es configurado el estereotipo. Estereotipo que intentamos determinar a partir de la obra que nos ocupa y de otras quehemos leído. Pariente del protagonista de “El enfermo imaginario” es el señor Joudain (“El burgués gentilhombre”), arribista que no escatima esfuerzos para acceder a la corte: contrata profesores, se relaciona con un noble que le promete presentarlo al rey, se viste como supone que lo hacen los cortesanos, y niega la mano de su hija a un joven de su misma condición, porque quiere emparentar con elnoble que elevaría su condición social. En ambos casos, son desoídos los consejos prudentes, y no queda más recurso que el engaño para corregir el error. Otro personaje similar es el Orgón (“Tartufo”), ciego ante la evidencia de la deshonestidad del beato hipócrita que pretende apropiarse de todos sus bienes. También él desoye a la razón, y solo se rinde ante la evidencia, cuando su esposa urde unatrampa para el intruso.
Los tres personajes participan de las mismas características: los condena su egoísmo y su ingenuidad. Porfían hasta el cansancio, son ignorantes, egoístas, materialistas, no consideran entre sus valores el amor, ni la honesta tradición familiar; desprecian la cultura, o la consideran solo desde un punto de vista utilitario; someten a sus respectivas familias a sus...
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