El engaño y la inteligencia
En efecto, para poder fingir un acceso de risa precisamos conocer cómo se producen los accesos de risa y, además,desarrollar la habilidad de imitarlos. A su vez, para poder afirmar lo que uno piensa que no es cierto, precisamos no sólo saber distinguir entre lo que es cierto y lo que no, sino también distinguir entre lo que se dice en voz alta y lo que se dice en el fuero interno. Para el filósofo del lenguaje cotidiano Gilbert Ryle, la diferencia entre ambas acciones es parecida a la que se da entre realizar unaafirmación y ponerla entre comillas:
“Las palabras que empleo son expresadas —por así decirlo— como si fueran escritas entre comillas. La persona habló en oratio recta; yo puedo tener la intención de que se tome lo que digo como si estuviera en oratio obliqua [...] La aptitud para hablarse a sí mismo en silencio no se adquiere de inmediato ni sin esfuerzo y, para que podamos realizarla, escondición necesaria que hayamos aprendido previamente a hablar en voz alta con inteligencia y que hayamos oído y comprendido a los demás cuando lo hacen. Tener reserva respecto de lo que pensamos es un logro muy elaborado. Sólo en la Edad Media la gente aprendió a leer, sin hacerlo en voz alta. De manera similar, los niños aprenden a leer en voz alta antes de aprender a leer callados, y a balbucear envoz alta antes de hacerlo para sí mismos” (Ryle, 226).
Reside, pues, en toda falsedad una elevada capacidad de reflexión tanto sobre el objeto como sobre sí mismo, así como una elevación en el nivel expresivo desde el lenguaje plano al metalenguaje. Y cuando, además, esa falsedad ha de superar graves obstáculos, entonces… “Una buena mentira precisa de fantasía, pensamiento analítico, capacidadcombinatoria, planificación estratégica y una buena memoria” (Weidt). Todo un catálogo de habilidades avanzadas.
Ampliando al dominio social esta misma concepción de la mentira como habilidad, para mentir también es condición necesaria poder representarse la realidad desde una perspectiva distinta a la habitual, o a aquella que los demás tienen por cierta. Tomando la idea central de G. H. Mead,a saber, que la habilidad para ponernos en el papel que representa el otro (y en especial en el papel del otro generalizado que nos mira) significa una adquisición básica para la inteligencia social humana, el psicólogo M. H. Krout obtuvo algunas conclusiones de interés tras analizar la dimensión cognitiva de la mentira: desde el punto de vista cognitivo, la mentira aparece en Krout como unare-definición de la realidad desde la definición socialmente aceptada hasta una definición más personal: un niño que culpa al perro de algo que en realidad ha hecho él mismo necesita haber desarrollado su mente en orden a poder comportarse como si hubiera tenido lugar una acción diferente de la que en realidad ha ocurrido, y además, en orden a hacer ver a los demás que ha ocurrido lo que no ocurrió...
Regístrate para leer el documento completo.