El ensayo literario

FORMAS ORIGINARIAS DEL ENSAYO LITERARIO. EVOLUCIÓN EN LOS SIGLOS XVIII Y XIX. EL ENSAYO EN EL SIGLO XX

1. FORMAS ORIGINARIAS. EL ENSAYO EN EL SIGLO XV
Según Juan Marichal, la historia del ensayismo hispánico empieza en el siglo XV. En la Castilla del cuatrocientos, como en casi toda Europa, se manifiesta cierto afán por acentuar la individualidad y por ampliar las relaciones sociales, comoparte del proceso de superación de las limitaciones y rigideces del mundo social del medievo. Este anhelo topa con la dificultad de que apenas existe el auditorio necesario para mostrar esas nuevas individualidades que pugnan por sobresalir. Algunos autores de esta época, sin embargo, simbolizan la transición que va desde el “silencio” medieval al que la palabra escrita estaba condenada hasta eldesarrollo del Renacimiento.
En el siglo XV este deseo de una nueva sociabilidad y el de individualidad expresiva están representados por un grupo de intelectuales situados en la avanzadilla cultural de la época. Se trata de Alonso de Cartagena, Mosén Diego de Valera, Fernando de la Torre, Teresa de Cartagena y Hernando del Pulgar, todos ellos pertenecientes a la estirpe de los conversos, unaclase social que contó con la colaboración de la aristocracia culta, llena de ansia de renovación espiritual. Esta coincidencia o coordinación de los dos grupos mencionados -aclara Marichal- se explica si se tienen en cuenta, entre otros factores de muy diversa índole, la insatisfacción vital de una clase cuyas ambiciones de poder han sido colmadas y la situación particular del siglo XV castellano. Laclase dominante se salva del hastío recurriendo a los hombres desgarrados, poseedores de secretos vitales desconocidos para ella. En cuanto a las circunstancias concretas del cuatrocientos, tengamos presente que el afán de expresividad individual se hallaba forzosamente limitado entre los hombres por las convenciones estamentarias. Entre los dos grupos humanos hubo, pues, una coincidencia en labúsqueda de un nuevo tipo de comunicación humana. Estas aspiraciones están representadas, por el lado de la aristocracia, por Gómez Manrique, Santillana y Pérez de Guzmán.
Alonso de Cartagena o García de Santamaría (1386-1456), es uno de los “claros varones de Castilla” que Hernando del Pulgar tratará en su obra. Fue miembro destacado de la embajada española en el Concilio de Basilea (1434-1437).En su estancia en la ciudad criticó la traducción de Leonardo Bruni de la Ética de Aristóteles, a partir del texto griego, que desprestigiaba las traducciones latinas medievales. Lo más importante de su producción como escritor está constituido por tratados de tema moral, como el Memoriale virtutum (1422) y el Doctrinal de caballeros (antes de 1445), un tratado sobre la caballería y las leyes. Larefutación de la obra de Bruni produjo con el tiempo una correspondencia epistolar con este. El gesto de Cartagena no es sino una manifestación del intento de él mismo y de un grupo de castellanos por establecer vínculos con la realidad cultural transpirenaica motivado por un intenso anhelo de expresión personal.
La respuesta de Cartagena a una carta del marqués de Santillana del año 1444constituye, para Juan Marichal, el primer intento de ensayo escrito en nuestro idioma. En ella, Cartagena revela el convencimiento de que su labor intelectual era un deber social del que no se podía renegar ni aun en tiempos revueltos como los que le tocó vivir a él y a Santillana. Al cumplimiento de una obligación social hay que añadir, pues, un evidente deseo de perduración personal. Una minoríaaristocrática debía mantener encendida la antorcha de la laboriosidad intelectual. Este afán de comunicación tiene que ver, sin duda, con su condición de converso, pero lo importante no es de donde procede este impulso, sino sus efectos sociales. Para Cartagena, una de las obligaciones del “varón estudioso” era la de divulgar sus propios conocimientos (“La ciencia desdeña al poseedor avariento”)....