El ensayo

Modernidad y postmodernidad: critica a dos procesos ilusorios desde la visión de Lipovetsky y Ospina.

Gilles Lipovetsky es un filósofo y sociólogo francés que cuestiona la cultura urbana-consumista (Azócar, R., 2012, párr. 2). William Ospina es un poeta, ensayista y traductor colombiano que aborda en su texto una crítica a la modernidad como una trampa que nos fue vendida bajo la promesa deprogreso. Lipovetsky plantea una crítica desde una tradición sociológica de la filosfía política a la posmodernidad y reflexiona acerca de las transformaciones de las sociedades contemporáneas1. Su obra “La era del vacío” es publicada en 1983, después de los movimientos sociales que tuvieron lugar en Mayo del 68 y la Revolución Cultural y que se extendieron hacia la década del 70 caracterizados porel individualismo que propugnaban. Por su parte William Ospina escribió su ensayo en 1994 planteando una crítica a la sociedad consumista que empezaba a configurarse tras el fin de la guerra fría.
El presente ensayo tiene como finalidad exponer los argumentos de los anteriores autores y plantear la crítica hacia la modernidad y postmodernidad en aras a explicar cómo ambos procesos son ilusoriosdesde la postura de cada uno. Lo anterior girará en torno a la crítica, por un lado de Ospina a la modernidad y su noción de progreso lineal, por otro lado a la noción de personalización del Yo de la postmodernidad que plantea Lipovetsky.
La modernidad es un proyecto europeo formulado en el siglo XVIII, planteado como aquel que abre a la humanidad a un nuevo desarrollo de su ontología, siendoguiados por la razón que los conduciría a una salida de la inmadurez, de aquella minoría de edad en términos kantianos, y que significaría en últimas la realización de una ciencia objetiva, leyes y moral universales, y un arte autónomo, de acuerdo a sus lógicas internas y especializadas (Habermas, 1998).
La noción de un progreso lineal positivo fue el argumento central de este proceso quedescribía al hombre como amo de la naturaleza que llegaría al punto de dominar todo. Ospina critica esta noción de modernidad, señalando que es solo una trampa que nos llevaría por un camino de destrucción. Esta trampa es entendida en términos de una lógica que opera engañosamente para el hombre, por ejemplo, los inventos creados por el hombre bajo la noción de progreso están controlando al que unavez fue su inventor, poniendo en peligro su existencia misma; a su vez el progreso lineal es una trampa acaba con la diversidad de pueblos y culturas mientras implanta en ellos un modelo basado en la sustitución de tradiciones ricas y curiosas por una sola expresión trivial.
Por otro lado, Gilles Lipovetsky critica el proceso de posmodernidad, este entendido como aquella ruptura que surgió en elseno de la modernidad y que tuvo su epicentro en Mayo del 68 cuando distintos movimientos sociales clamaban en nombre del individuo. La crítica del autor va de la mano con la analogía al personaje de la mitología griega Narciso, caracterizado por su obsesión con la belleza y dar satisfacción a sus placeres. Lo anterior con el propósito de identificar al hombre posmoderno, es decir un hombreorgulloso, pretencioso y dependiente de su imagen, una imagen que lo determina; estar determinado por una imagen es estar vacío, en últimas el hombre posmoderno es vacío.
El argumento central del autor es que el hombre ha sufrido una mutación antropológica en la que ha dejado de lado los valores modernos y se ha centrado en sí mismo, individualizándose, esclavo de una sociedad consumista y de su propiaimagen:
De hecho, el narcisismo surge de la deserción generalizada de los valores y finalidades sociales, provocada por el proceso de personalización. Abandono de los grandes sistemas de sentido e hiperinversíón en el Yo corren a la par: en sistemas de «rostro humano» que funcionan por el placer, el bienestar, la desestandarización, todo concurre a la_ promoción de un individualismo puro,...