El ensayo

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MARCELA LESMES

PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO
RELATORÍA SOBRE LAS PRIMERAS PALABRAS Y CAPITULO I

Para adentrarse en este texto se traen a colación las palabras que Ernani Maria Fiori da sobre Freire y su método educativo:

Paulo Freire es un pensador comprometido con la vida; no piensa ideas, piensa la existencia. Es también educador: cobraexistencia su pensamiento en una pedagogía en que el esfuerzo totalizador de la “praxis” humana busca, en la interioridad de ésta, re-totalizarse como “practica de la libertad”. (…) En sociedades gobernadas por intereses de grupos, clases y naciones dominantes, “la educación como practica de la libertad” postula necesariamente una “pedagogía del oprimido”. No pedagogía para él, sino de él.

Esestas palabras que nos ponen de frente a la obra de Paulo Freire y la exposición que en la presente relatoría se pretende realizar sobre las primeras palabras y el Capitulo I encontramos un elemento clave del la Pedagogía del Oprimido: es una pedagogía que nace desde el pueblo, con él y para su liberación de la opresión en la que los sistemas educativos dominantes lo han tenido.

PRIMERASPALABRAS
Las “Primeras Palabras” de Paulo Freire en su libro Pedagogía del Oprimido enfrentan un primer aspecto que surge ante las iniciativas de concienciación que ha venido desarrollando y sistematizando en su trabajo en el exilio y aquel desarrollado en Brasil: se trata del “miedo a la libertad”. Es el temor de poder ser llevado hacia fanatismos destructivos, sin embargo el autor muestra que esprecisamente la toma de conciencia de las situaciones opresoras la que evita caer en este peligro. El miedo a la libertad es un temor del que no tiene conciencia quien lo padece y los pocos que lo manifiestan lo hacen como celadores de la libertad, es decir con el mantenimiento del statu quo.
Ahora bien, la propuesta del libro Freire es para hombres radicales, dispuestos a aceptar el dialogo quese genera con el texto. Lejos de sectarismos que lo rechazan, tomando posiciones cerradas que no conducen al proceso de liberación de los pueblos. Por el contrario los auténticos generadores de estos procesos son los hombres radicales que se insertan en la realidad y se comprometen en el esfuerzo de transformación. Los radicales tampoco pueden ser unos subjetivistas sino aquellos que comprenden yviven la dinámica dialéctica entre subjetividad y objetividad, es decir comprenden que el aspecto subjetivo está profundamente unido a los contenidos reales y objetivos en los que está inserto.
Las posiciones subjetivistas no perciben adecuadamente la realidad e imponen de antemano su “verdad” sobre esta. Así, los reaccionarios de derecha pretenden domesticar el presente para que en el futuro serepita, mientras que los reaccionarios de izquierda toman el futuro como algo preestablecido, como un destino al que no se puede escapar; al final ambos terminan cortando los procesos de libertad de los hombres. Ambos se cierran a su verdad y consideran mentira todo aquello que se aleje de su propia comprensión. Están cerrados al dialogo. Se quedan con “su verdad” pero sin el pueblo, dejando asíel mismo proceso de liberación.
Una autentica posición comprende que el futuro es una construcción de hombres en lucha y dispuestos a correr los riesgos propios de esa construcción. El hombre radical no cae en “círculos de seguridad” para girar en torno a una vedad preestablecida. Por el contrario es el hombre que genera dialogo, que no se cree dueño del tiempo, ni de los hombres, ni siquieraun liberador de oprimidos. El hombre radical se compromete. El hombre radical es un revolucionario. La pedagogía del oprimido es para hombres radicales.

CAPITULO I
El autor inicia poniendo en consideración un horizonte profundamente antropológico: el camino del hombre en su doble búsqueda: el conocimiento de sí mismo y su humanización. Ante esta llamada la búsqueda del hombre ha sido...