El Error de los Dioses

Durante el diluvio, las criaturas postradas, menguaban al disco solar, solapa misericorde del final forzado. Avasallados, consumían cirios nocturnos, líquido estático contra su invalidez motriz,burbujas ecuánimes de ritmos pasados, entronados a conciencia forzada. Y habiendo perdido sentido de nuestra disolvencia cuántica, despreciaban los símbolos piadosos de la fe antigua:


¡SAL! ¡VIDA!Vibraste corrompiendo nuestra sólida magnificencia de espíritu, convertida ahora en comida para dragones. Sobrepasaste el ciclo de animosidad impuesta. Grabaste esto en tu centro reptil a laintemperie del amor maldito. Descifraste lo Egipcio, atentaste contra los dioses, destruiste las amarras de los puertos galácticos, clausurados bajo el riesgo de extinción programada, por los padres cósmicosdel fraude interestelar.


Creación y engaño resultaron idénticas al rito hegemónico de la vida accidental. Das un soplo y causas colapsos sorpresivos de existencialismo adolescente: Madressolteras de padres inmaduros ¿son tragedia? Son causas predecibles de efecto irreconciliable e implacable.


En el hijo bastardo descubrimos el propio origen al que, sin querer, heredamos todadesventura. ¿Piadoso sería exterminarlos? ¿Ahorrar su sufrimiento a la causa universal? Si al instante que les destruíamos nos reencontramos, resulta ahora imposible no admirarlos, imposible no condenarlosal huérfano abandono. Su destino, perpetuo engaño, nos consuma ya de llanto, cual juguete infantil extraviado y al viento sollozando, amando a nuestros dioses pasados...


¿Qué hemos echo? -dijeron los dioses - dejémosles solos hasta que hallen camino a casa y reclamen potestad, o perezcan bajo el peso de sus propias creaciones macrocelulares. Espíritu son ahora del "Alma Vieja", lucestitilantes, opacos guijarros, polvo de estrella, fuego y semilla, compañía y soledad.


¿Es así como comenzó todo? ¿Errores diseñados somos? ¿O una sentencia purgamos? La de pretender olvidar lo...