El escultor murciano Juan González Moreno mirando a Valladolid

El escultor murciano Juan González Moreno mirando a Valladolid

La figura gigante de Francisco Salzillo (1707-1783) produjo tal efecto en la escultura religiosa murciana y aun mas la procesional, que aun hoy día se mantiene viva su estética y son muchos los escultores que la siguen cuando han de afrontar la factura de algún encargo para iglesia o cofradía. José López y Roque López (1747-1811)fueron discípulos directos que continuaron modelos y tras ellos, ya en el siglo XIX, el italiano Santiago Baglietto (1781-1853) y sobre todo Francisco Sánchez Tapia (h. 1830-1902), continuado por su hijo Sánchez Araciel, también se encargaron de mantener esa tradición artística, si bien con algunas aportaciones creativas. Las actuaciones de estos artistas procuraron una escultura cuyo denominadorcomún es la gracia y fragilidad, desde luego sin alcanzar nunca la maestría en la fuerza expresiva que si conseguía Salzillo.
Ya bien entrado el siglo XX, José Sánchez Lozano (1904-1995) fue el encargado de restaurar gran parte de la imaginería que fue dañada en los sucesos del 36 y asimismo realizo obras totalmente destruidas con un sentido mimético, pues así se le pedía. Con ello llegó aconocer muy de cerca y la perfección la obra de Francisco Salzillo y con su estética, abordó nuevas iconografía y nuevos temas procesionales, aportando una producción numerosísima que se reparte por toda la geografía Murciana y aun de provincias vecinas. También José Lozano Roca (1899-1972) y otros varios, actuaron en el mismo sentido. Ellos a su vez formaron a otros escultores, como fue el casode Francisco Liza Alarcón (1929) o Antonio Labaña (1944), formado con Sánchez Lozano, que hasta el mismo día de hoy, ya en el siglo XXI, continúan con los modelos muy similares, sin apenas variantes, enriqueciendo con obras de nueva factura el patrimonio de las cofradías y hermandades de Murcia con temas de propia creación, si bien derivados en forma y espíritu de lo acuñado en el segundo terciodel siglo XVIII.
Pero esta trayectoria reiterativa se vio truncada por la actuación artística de Juan González Moreno (1908-1996) quien consciente y voluntariamente, se apartó en cuanto pudo de la línea estética salzillesca, buscando para su producción religiosa otras fuentes de inspiración. Sus primeros estudios los llevó a cabo en Murcia, dentro de la Sociedad Económica de Amigos de País y loscompletó en Madrid, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Ante todo y desde sus primeros momentos González Moreno tuvo como base un naturalismo algo idealizado que captó de sus predecesores Antonio Garrigós (1886-1966), Clemente Cantos (1893-1959), a quien consideró su auténtico maestro, y José Planes (1891-1974). Sus estudios académicos también le marcaron en ese naturalismoidealizado. Pero a la vez, también tuvo en cuenta la propuesta mediterránea que valoraba el cuerpo femenino en su morbidez y sus formas ampulosas. Amante del arte clásico, como lo era y principalmente de la escultura griega la revelación artística mayor le llegó a partir de 1948 tras su viaje y estancia en Italia. El impacto de conocer en directo la escultura del Quattrocento florentino fue tan grandeque a su vuelta, según informan familiares y discípulos del taller, quiso destruir todo lo que había hecho con anterioridad. Esa influencia se iba a hacer presente de forma muy notoria en obras concretas, como la Anunciación (1949) o el San Juan Bautista joven, pero igualmente se verá en otras muchas obras de las que fue realizando durante toda su vida. También le interesaron los escultoresitalianos contemporáneos, como Marini, Martini o Manzú, pero su huella la encontraremos principalmente en la abundante escultura profana que llevó a cabo en su larga vida dedicada intensivamente a la escultura.
Ahora bien, en la década de los cuarenta, terminada la guerra Civil, terminada también su formación y ya establecido en Murcia, se le encargaron varias obras de temática religiosa y algunas...