EL ESPEJO
de Emilio Carballido
PERSONAJES
ELLA
EL
ALGUIEN
Sugerencia de recámara. Un saco en una silla, colgado. EL está en un
sillón, languideciendo, envuelto en un cobertor. Entra ELLA. Trae un
abrigo puesto, carga una maleta.
ELLA. (Al público.) Somos las víctimas eternas de los hombres, ésa es la verdad. Se nos
engaña siempre, se nos miente. Se nos maltrata en las más diversas formas. Unasale
de viaje, y al volver a su hogar puede tener muy dolorosas sorpresas. Por ejemplo,
puede ocurrir esto. (Sale un momento, vuelve a entrar, muy decidida ya, y furiosa.)
EL la ve, con ojos de moribundo. ELLA lo fulmina con la mirada, suelta
la maleta.
EL.
(Desfallecido.) Mi vida, ya volviste.
ELLA. Sí. ¿Te sorprende?
EL.
Hace ya una semana te esperaba. He estado muy enfermo. ¿Por qué tardastetanto?
ELLA. No trates de cambiar el tema. ¿Dime quién es esa mujer que tienes aquí en la casa?
EL.
¿Mujer, aquí? ¿Dónde?
ELLA. La acabo de ver cruzar, desbordando lujuria por los poros. De la sala corrió a la
cocina cuando me vio.
EL.
Ah, es la criada que nos consiguieron.
ELLA. Criada, ¿no? ¿Y pretendes que lo crea?
EL.
Pero si tiene más de setenta años.
ELLA. A ti siempre te han gustado lasmujeres maduras. (Se queda oyendo. Va de puntitas al
otro lado.) Y estoy oyendo que acá también… (Sale un momento, exclamación.) Esto
me faltaba. (Vuelve.) ¡Otra! ¡Otra! Una mujer de blanco, aficionada a las drogas.
Estaba preparando una jeringa.
EL.
¡Pero si es la enfermera!
ELLA. ¡Todos los vicios en esta casa, todos! Mira que cara tienes. Se nota bien lo que has
hecho mientras no estuve.
Suena unclaxon fuera.
EL.
Te estoy diciendo que tuve tifoidea. ¡Tengo todavía!
ELLA. (Recoge la maleta.) Te doy una semana de plazo para deshacerte de tus concubinas y
volver a la vida normal. Si yo vuelvo y tu sigues en esta vida, habrá sido el fin de
todo. (Claxon, ELLA empieza a irse.)
EL.
¿Pero adónde vas?
ELLA. Me regreso a Acapulco. Por fortuna, no se había ido el coche de mis amigos. (Sale.)
EL.
¡Tejuro que soy inocente! (Sale casi arrastrándose, tras ella.)
ELLA vuelve. Sin maletas, sin abrigo, elegantísima y llena de joyas.
ELLA. Somos victimas. Esto puede pasarle a cualquiera. Aunque hay otras mil cosas que
sufrimos. La gente tiende a pensar mal de nosotras, no se por qué. Nadie tan mal
pensado como los hombres. Una recibe a un señor para negocios o por razones muy
justificadas, y lasorpresa de ver llegar repentinamente al esposo nos hace explicarnos
con torpeza, y que algo perfectamente lógico y cierto suene a mentira. Ahora, por
ejemplo, yo no tendria nada que ocultar. Recibí una visita, un señor que se encuentra
aquí con la mayor corrección. Salió un momento, porque se mancho de anchoas el
pantalón. (Saca una charolita con dos copas y bocadillos. La coloca en una mesita.)Pero mi esposo es un ogro, tiene un genio infernal y violento, jamás oye razones, y lo
mas inocente le parece culpable. Por fortuna, salió de viaje. (Hacia el baño.) Deja la
mancha en paz y ven a tomar una copa. Me chocan los hombres tan cuidadosos.
(Ruido fuera, portazo. Ella se altera.) ¡No salgas, no te muevas! ¡Esta llegando mi
marido! ¡Escóndete donde puedas! ¡Envuélvete en la cortina de laregadera!
ELLA corre por la habitación, como loca. Toma al fin algo que parece un
libro, lo abre, lee. Entra EL, con la maleta en la mano.
EL.
Amorcito, se descompuso el avión y tuvimos que regresar, fíjate que contratiempo.
ELLA. Que barbaridad. (Con disgusto.) Y no se cayó ni nada, ¿verdad?
EL.
No, cómo crees. ¿Qué hace despierta mi mujercita a estas horas?
ELLA. ¿No lo estas viendo? Leo.
EL.
(Labesa.) Ah. (Extrañado.) ¿Pero qué interés tiene leer una estuche?
ELLA. ¡Nunca me compras libros interesantes! Leo lo que encuentro, que quieres que haga.
Otras mujeres tienen bibliotecas enteras, yo no.
EL.
Pero no te enojes, lee lo que quieras. (Se quita el saco, ve el otro que cuelga en la
silla) Oye… ¿y este saco?
ELLA. Pues es tuyo, de quién había de ser.
El.
¿Mío? Yo nunca lo había visto....
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