El espíritu nunca muere

La muerte no existe porque el somos espíritu con cuerpo; el cuerpo puede desaparecer pero el espíritu continúa su camino hacia la perfección. Al alcanzar eseestado se hallará en la plenitud del ser esencial descubierto a lo largo de ese trasegar dispuesto y encausado siempre hacia ese punto supremo de laconciencia universal. Una vez allí se funde con el todo y con todos en una sinfonía de armonía,paz y amor infinitos y por lo tanto eternos.

Lo anterior sugiereescuchar la voz interior durante todo el trayecto hacia la luz, conocerse asimismo, para para despertar la consciencia pura en nuestro ser y poder seguir con mayorfluidez hacia la plenitud.

El conocimiento de sí mismo requiere esfuerzo continúo pero al mismo tiempo ausencia de angustia, hastío o pesar. Esto sugiereentender que los acontecimientos que vivimos tienen única y exclusivamente un propósito definido, el aprendizaje. Desde ese punto de vista, valdrá siempre lareflexión, qué debo tomar de este momento, para qué estaré viviendo tal o cual circunstancia, hallando la respuesta en la infinitud de posibilidades las cualesdecantadas nos llevarán a tomar nuestro entorno con paciencia, amor, alegría, paz y fe.

De no hacerlo así, entonces se abrirán las puertas de laincoherencia, la ignorancia y la desesperanza y vivir será solamente una dura carga.

Nuestro Poder Superior esta en todo momento presente en este proceso,acompañándonos y ayudándonos a vivir con sentido, de tal forma que aún en el dolor, la incomodidad y el desdén, podamos sentir el bien de crecer por encima de todo.