El Estado En Las Concepciones Del Marxismo Y Del Estructuralismo Genético.

EL ESTADO EN LAS CONCEPCIONES DEL MARXISMO Y DEL ESTRUCTURALISMO GENÉTICO.


Introducción


El colapso sufrido por los regímenes políticos del llamado “socialismo realmente existente” ocurrido en la última década del siglo anterior, seguido del apogeo del capitalismo y de la consolidación indiscutida y universal de la democracia liberal, pero por sobre todo la emergencia de ese fenómenoproteico resultante de la revolución técnico científica, particularmente en el campo de la informática, y que penetró a nivel mundial los imaginarios colectivos bajo el nombre de “globalización”, han puesto sobre el tapete de la discusión académica la preocupación por temas que tienen que ver con las relaciones de poder y, más específicamente, con el Estado.

Agréguese a lo anterior que enLatinoamérica, desde finales de los años ochentas, se adoptaron los programas prescritos por el llamado “Consenso de Washington”: un conjunto de medidas económicas y políticas tendentes a la liberalización de los mercados, a la privatización de las empresas estatales, al recorte del gasto social del Estado y, en general, al establecimiento de un clima más propicio para que las leyes del mercado,“la mano invisible”, se ocupen de la resolución de todos los asuntos que tienen que ver con la distribución social de bienes y servicios. Por esa vía se sucedió una reformulación del papel y de la naturaleza del Estado; la pretensión no era otra que lograr la transformación del modelo de desarrollo económico, caracterizado por la existencia de políticas intervencionistas y proteccionistasencaminadas a promover la industria interior, por un modelo que percibía como inconveniente la presencia del Estado en la economía, comprometido y fundamentado en la noción de la “libertad de mercados” que, supuestamente, se traduciría en crecimiento económico sostenido como prerrequisito generador de las condiciones suficientes para el desarrollo y consolidación de instituciones políticas de carácterdemocrático.

Transcurridas más de tres décadas del experimento recetado en Washington, resulta evidente, por lo menos para nosotros los latinoamericanos, que sus resultados no son precisamente los mejores; en la esfera de lo político, del ideal democrático solo queda el “cascarón vacío” al que alguna vez aludiera Nelson Mandela: la mera ritualidad de elecciones periódicas, en donde el factor deincertidumbre sobre los resultados del proceso que, es una de las características esenciales de la democracia según Przeworski[1], aparece totalmente mediatizado, por no decir anulado, por las fuerzas económicas que detentan el poder real; en nuestra región los ciudadanos no actúan libremente pues sus decisiones electorales están condicionadas o determinadas por fuerzas externas, y el resultadode las elecciones se conoce antes de que ellas se sucedan: ganan los personeros del poder económico; la participación ciudadana en la elaboración, ejecución y control de las políticas públicas es una falacia; la existencia de extensas y mayoritarias capas sociales en condición de excluidas respecto de los bienes de la civilización, tornan los procesos electorales en los que supuestamente sedeciden las formas de Estado y de gobierno, la calidad e intensidad de las políticas públicas mediante la decisión del “pueblo”, en mera irrisión.

En lo económico tampoco se logró el desarrollo pretendido; los índices de crecimiento fueron definitivamente mediocres: “Si la tasa anual media de crecimiento del PIB había sido del 5.8% durante los sesenta y los setenta, en 1981 ésta cae al 0.5% y luegocomienza a decrecer a -0.8% y -2.9% en 1982 y 1983. A partir de 1984 se recupera la senda de crecimiento –fluctuante en torno al 3.8% anual- pero que se relativiza bastante si se compara esta cifra con el crecimiento poblacional, a resultas de lo cual llegaríamos a una modesta tasa de crecimiento per cápita del orden del 1.3% anual. Para comprender lo que esto significa bastaría recordar...