EL ESTADO PERSONA MORAL DABIN
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62. Los tres rasgos que derivan de la definición de Estado: personalidad moral, soberanía y sumisión al derecho . . . . . .
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1. EL ESTADO, PERSONA MORAL
63. Opiniones propuestas e interés práctico del problema . . . .
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I
64. La tesis de la personalidad como ficción útil: sólo el individuo
humano es persona, perola “ personificación” de los cuerpos
tiene una virtud simplificadora en cuanto permite referir al
Estado actos efectuados a nombre y en vista del fin del Estado, y también explicar la unidad y perpetuidad de éste . . .
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65. De la autoridad competente para crear la ficción, cuando se
trata del Estado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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66. Tesis de Duguit sobre la inutilidady peligro de la ficción, en
cuanto es apoyo de un derecho subjetivo de soberanía . . .
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II
67. Crítica de las teorías negadoras de la personalidad moral
como realidad: a) el Estado no es sólo la suma de los individuos que lo componen; es un ser realmente distinto. b) este
ser distinto que es el Estado tiene todos los títulos para que
se le reconozca como persona, pero la personalidad no esmás que moral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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68. Los grados de la personalidad moral . . . . . . . . . . . . .
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III
69. Además, el Estado es naturalmente persona jurídica (en el
plano del derecho positivo) . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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70. La persona del Estado es única, no obstante una dualidad de
actividades y regímenes . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
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71. La “ personificación” de los diversos servicios, simple procedimiento técnico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Sección III
Los caracteres del Estado
62. El Estado, sociedad al servicio del bien público, presenta tres caracteres que resultan inmediatamente de su definición misma.
En primer lugar, como toda agrupación organizada en vista de un fin,
y a título eminente,el Estado es persona moral.
Después, a causa de la superioridad de su fin, el Estado es, en el orden temporal, la sociedad suprema, a la cual están subordinados todos los
individuos y grupos que viven en el interior de sus fronteras: es el principio llamado de la soberanía.
Sin embargo, como toda agrupación, aun suprema, está ordenada a su
fin social, que constituye a la vez la regla de suacción y el límite de su competencia, el Estado está sometido a una norma objetiva, que será preciso
traducir en términos de derecho positivo preciso y sancionado.
La idea de bien público, convertida, bajo el nombre de cosa pública,
en objeto de empresa de parte de la sociedad estatal, trae consigo esas
consecuencias. Negar una de ellas es quebrantar la noción misma del Estado. No se concibe un Estadoque no sea soberano, o cuyo poder sea
arbitrario, o que no tenga la calidad de persona, titular de derechos y obligaciones. A falta de una de esas notas, la formación considerada no podría ser un Estado; o bien se ha cometido un error y el Estado no es la
formación que se ha descrito. Constituyen, por consiguiente, otros tantos
caracteres esenciales y no atributos más o menos accidentales. Así loha
comprendido Duguit: todos los elementos del sistema del Estado son solidarios; rechazar la soberanía o incluso la personalidad, es rechazar el Estado.1
1 Se objetará quizá que al asentar lo anterior se toma partido por cierta concepción clásica,
romana y continental de Estado, mientras que los ingleses, por ejemplo, no conciben el Estado como
una persona moral distinta. Pero la cuestión—puramente filosófica— que se trata de elucidar es la de
saber si el Estado, o la organización a la que se da ese nombre, no entraña, en razón de su naturaleza
misma y especialmente de su fin, que es la cosa pública, los diferentes caracteres de que se habla en
el texto.
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JEAN DABIN
Es verdad que, en su concepto mismo, esos diferentes caracteres se
prestan a discusión: ¿qué significa la...
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