el estilo epistolar de bolivar

EL ESTILO EPISTOLAR DE BOLÍVAR
Si un lector dirigiese su curiosidad a los numerosos tomos de las Cartas del Libertador, se hallaría en un principio ante la dificultad de lo numeroso, y habría menester de buscar impulso en el deseo de conocer la obra más genuina y tangible de Bolívar para aventurarse en esa selva epistolar, pero una vez adentro, a poco quedarán sin albedrío su atención y suinterés. En un principio encontrará cartas cuyo valor se apoyará sólo en haber sido escritas por Bolívar, luego saltará por encima de la dirigida a Fanny de Villars en 1804, cuya construcción, forma y falta de energía, exactitud y de expresiones brillantes, le dan todos los visos de una pieza supuesta y llegará a la de 12 de julio de 1812, al Generalísimo Miranda, enérgica, precisa, construida de unsolo bloque, modelo de una buena carta, donde el vencido de Puerto Cabello se disculpa de su vencimiento con la digna seguridad e haber cumplido su deber.
Después cautivarán al lector las cartas de Iturbe, vigorosamente expresivas del sentimiento del hastío, al cual consagra el Libertador en varias ocasiones párrafos penetrantes y significativos, y del de la amistad sobre el cual expresó tambiénBolívar frases dignas de un florigelio.
Luego se detendrán ante un nuevo aspecto con la Memoria a los habitantes de Nueva Granada, denominada comúnmente el Manifiesto de Cartagena. Y aquí Bolívar se erige en Libertador: su propósito en esa Memoria es “libertar a Nueva Granada de la suerte de Venezuela y redimir a ésta de la que padece”. El hombre íntimo se retrae en el Manifiesto a un segundoplano y aparece el expositor de ideas, de ideas justas y rotundas sobre la desintegración causante de la pérdida de la primera república venezolana, y potenciadas de tal poder de convicción, cualidad ingénita de los escritores de Bolívar, que aún mueven persuaden y dan a comprender la razón del eficaz efecto producido sobre sus contemporáneos. El Manifiesto, la Carta de un Caballero de Jamaica y elDiscurso de Angostura forman un tríptico resaltante en los escritos políticos del Libertador.
Se hallará el lector luego con cartas relativas a las campañas de 1.813 y 1.814, cada una de energía y unidad semejantes a las que Bolívar reclamaba para el gobierno de las nuevas Repúblicas y el mando del ejército; con las de 1.815, una de las épocas más brillantes del epistolario bolivariano; allíestán las cartas relativas a la constante inquina obstruyente del Brigadier Castillo, factor del fracaso de la campaña contra Santa Marta, en las cuales la narración es vigorosa, sugernte y vivaz. Cómo se deplora, leyéndolas, que el Libertador en 1.826, época terminal de su carrera efectiva de libertador, no se hubiese retirado de la actividad política y puesto a escribir la relación de su vida ysus campañas; así tendría sin duda la América bolivariana el parigual de las Memorias de Napoleón y de la Historia de la Guerra de los Siete Años, de Federico. Entre las cartas referentes a esos sucesos hállase la dirigida a Gual desde Mompox en febrero de 1.815, típica, varia, ingeniosa, con pensamientos perennes, y en la cual se manifiestan los sentimientos originados por las virtudes cuyo asientoestá en el vigor del alma.
Así como el viajero por un país de naturaleza y monumentos primorosos se halla de pronto con un aspecto natural o uno de esos monumentos que cautivan su preferencia porque sintetiza e integra las peculiaridades ya vistas aisladamente, así el lector, en la Carta de Jamaica, se detendrá admirado por el armonioso desarrollo de las ideas centrales de cada una de laspartes y la unidad de éstas, por la elevación y claridad de esas ideas y de su expresión, por el ritmo enérgico y ágil. La Carta, resumen de meditaciones y propósitos de Bolívar, entonces derrotado e inerme, mas siempre en pleno de alientos, de su intuición genial y de la experiencia adquirida en el contacto íntimo con dos pueblos americanos: Venezuela y Nueva Granada, justifica a maravillas su...