El estilo pedagógico de San Ignacio de Loyola
Muchas son las posibles respuestas que podríamos ofrecer frente a la pregunta de por qué hemos elegido tal o cual institución universitaria para trabajar o estudiar.
Quizá en nuestro caso, una de las respuestas posibles sea el deseo de vivir universitariamente el rol asignado por la sociedad a la Universidad actual y,quizá también, adherir a los elementos constitutivos de nuestra manera de ser universitaria, en el caso que afirmemos tenerla y practicarla porque sería bueno distinguir entre lo que debemos ser –horizonte siempre cercano, siempre lejano- , y lo que realmente somos y hacemos.
La sociedad pide hoy a la Universidad respuestas serias, responsables y orientadoras, frente a la complejidad de unconocimiento siempre dinámico, transformado y transformador, impulsado por el avance arrollador de la tecnociencia y por las perspectivas cambiantes de lo ético-cultural y de lo económico-social.
Tales demandas y cambios de escenario no le son nuevos a la Institución Universidad. Desde sus orígenes supo responder y ocupar un lugar relevante y comprometido para brindar una formación de excelencia eintegral, iluminando reflexivamente la producción, transmisión y transferencia de conocimiento, tarea en la que puso todo su énfasis.
Quizá en la actualidad se sume otro desafío: desarrollar la suficiente capacidad de reflexión, discernimiento y acción como para detenerse en ella misma y verse como objeto de estudio capaz de encontrar seriamente los caminos que la lleven a recrearse. También hemos aludido a “nuestra manera de ser universitaria”, legado que permite rescatar algunas notas no nacidas de la pura teoría o contemplación, sino que son fruto de la experiencia de vida de un hombre que se llamó Iñigo de Loyola. Él, como lo puede hacer un maestro, nos ofrece ayuda para encontrar y alcanzar los objetivos que ordenen y fijen las metas a lograr a lo largo de nuestra existencia. Al mismo tiempo de poner rumbo a la vida, estamos convocados a una permanente reflexión y elección de las mejores formas o métodos que permitan aprovechar más la experiencia del diario vivir.
Reconocemos aquí las notas que delinearon la intención teológico-pedagógica de Ignacio de Loyola quien creyó en la fuerza evangelizadora de la educación, luchó por ello, y también por lograr la integralformación de la persona humana en sus dimensiones creativas, afectivas, ético-morales, físicas e intelectuales.
La experiencia de vivir está íntimamente relacionada con el tiempo y el espacio en el que transcurre la vida. Por eso, para Iñigo de Loyola, más tarde San Ignacio de Loyola, es necesaria la relación con la vera historia(1) como punto inicial desde el cual se inicia el diálogocrítico-reflexivo con la realidad; en ese diálogo tiene que ver mucho la filosofía como fuerza que mueve la búsqueda y la reflexión del conocimiento sobre lo humano y lo científico y también tiene mucho que ver la historia, no solamente narrada, sino comprometidamente vivida.
La misión educativa delineada por Ignacio y su puesta en acto por la Compañía de Jesús, debe promover hombres de y en servicio,respetuosos de los otros, capaces de un sólido rigor intelectual, perseverantes, conscientes, responsables y solidarios, sabiendo que cada uno de sus actos afecta a los próximos y aun a los más lejanos.
Este deber ser sostiene al permanente y nunca acabado proceso de personalización, que no es otra cosa más que el ir haciéndonos, de manera constante y en cada momento, más persona, en el sentido deusar de mejor manera los tres dones regalados al hombre por el Señor: razón, libertad y palabra. De la misma manera que las personas nos educamos mutuamente buscando personalizarnos más y mejor en nuestro tránsito por la vida, la Universidad como Institución, debe estar atenta y vigilante no sólo para desarrollar ciencia sino también una reflexión seria, basada en la libertad -sobre todo...
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