El extraño mundo de los vikingos

CAPÍTULO 10
MÁS ALLÁ DEL HIELO
Navego por un mar helado coronado por un eterno sol de media noche. La quilla del barco va rompiendo los bloques de hielo y su estruendo me recuerda a los gritos de los bravos guerreros que hace siglos surcaron estas mismas aguas. Estoy a algo menos de treinta grados bajo cero y el viento gélido hiere mis mejillas, pero renuncio a irme al camarote. Por quecontemplando el paisaje duro y salvaje de las islas Lofoten me siento libre, como tocado por la mano de antiguos y poderosos dioses. Cierro los ojos y miro atrás, hasta hace más de mil años, pues quiero llegar a comprenderlos. Pero sólo siento frío, nada me responde. Después de un par de minutos, vuelvo a abrir los ojos, y contemplo cómo el pincel ocre del atardecer va manchando el blanco inmaculado delos témpanos de hielo. Es tan hermoso lo que veo que creo que por fin entiendo lo que aquellos hombres salvajes quisieron demostrarle al mundo. Tan sólo quisieron gritar a los cuatro vientos una cosa: que en una Europa dominada por la infamia y el feudalismo ellos eran libres.
Las costas de Noruega son hoy en día la última frontera natural del viejo continente. Un litoral limpio plagado dehermosos parajes apenas tocados por la mano del hombre. Navegar por el Ártico y el mar de Barens finalizando el invierno es uno de los mayores espectáculos paisajísticos que puede experimentar un viajero. Pero mi periplo por tierras del norte se debe a otros motivos. Entender una de las culturas más fascinantes que haya existido sobre la faz de la tierra, la vikinga, e indagar en la vida de algunoshombres que fueron capaces, por si solos, de cambiar la historia.

Los demonios del norte
El llanto de la nueva criatura rompe el silencio nocturno de la aldea. Su madre exhausta se queda en la cama acompañada por la comadrona mientras su padre, un hombre rudo de larga barba y cabello rubio ensortijado sale de la cabaña adentrándose en el bosque. Su nuevo vástago es un barón, su llanto no cesa peroél hace caso omiso de las quejas del recién nacido. Lo porta con orgullo, envuelto en una piel de oso. Cuando llega junto al fresno sagrado corta una rama y deposita a su hijo en un suelo gélido. Coge entonces la rama y la sumerge en un arroyo cercano. Destapa a su hijo y examina su cuerpo centímetro a centímetro. Si observase cualquier anomalía en su físico o una tara que lo hiciera inválidopara la guerra lo abandonará para que sea devorado por los lobos. Después de unos minutos de tensión su padre sonríe. Su vástago es digno de su estirpe. Un barón sano, que un día no muy lejano se convertirá en un guerrero al que muchos temerán. Coge de nuevo la rama mojada y sobre el cuerpo totalmente desnudo de su hijo hace una cruz invertida con las gotas que chorrean por las hojas del fresno. Elsigno de Thor y su fuerza le protegerán de esta forma para toda la eternidad. Para acabar el rito el padre coge a su hijo con sus manos y lo eleva al firmamento. Mirando a las estrellas pronunciará por primera vez el nombre de su pupilo. Consagrando la vida de su hijo a los mismos dioses a los que sirve su pueblo. Ya es uno más del clan, y su vínculo se sellará años más tarde con sangre deenemigos derramada en la batalla.
Así era un bautizo vikingo, así llegaban al mundo y eran examinados los que fueron durante tres siglos el terror del mundo conocido. El ritual se hacía el noveno día después del nacimiento, una jornada clave pues condenaba a muerte al recién nacido o lo convertía en miembro del clan de por vida.
Es muy difícil juzgar los actos de aquellos hombres casi mil años despuésde sus existencia. Los vikingos fueron asesinos, saqueadores, violadores, ladrones… fueron muchas cosas terribles, pero por encima de todo fueron libres. Por eso la fascinación por sus hazañas, por sus viajes y expediciones a lo desconocido ha perdurado tanto tiempo. Poco o prácticamente nada sabemos sobre la historia de este pueblo hasta que no comenzaron sus ataques a finales del siglo VIII....