El Fabulador
En estas situaciones, lacredibilidad del medio y del mismo periodista pende de un hilo. No solo por ese trabajo, sino que desde entonces toda la trayectoria del medio y del periodista se ve en cuestión, la gente se preguntaríaque cuantos trabajos falsos además de “el paraíso del hacker” Stephen y New Republic habrán realizado. Antes de hacer citas falsas y alterar los hechos de una historia, un periodista debe pensar en quela credibilidad es un trabajo de años que se pierde en segundos, y aunque no se puede negar que fue de gran ayuda el anuncio publicado por la revista en el que reconocían que 27 de los 41 artículospublicados por Stephen eran falsos, denotando sinceridad después de todo, al final la credibilidad ya estaba perdida.
Parece ser que en algún momento de su carrera Stephen se creyó novelista alinventar historias y personajes tan originales y hacer que todo pareciera real para sostener sus hechos que nunca ocurrieron, pero él era un periodista y un periodista no inventa historias, lo que hace esinformar los “hechos reales” de la manera más imparcial posible para que así los lectores creen sus propios criterios, y este debió ser su papel a desarrollar, no el de un novelista.
“Esto se pudoevitar si se hubieran pedido fotos” fue lo que dijeron las empleadas de la revista, y es lógico porque si la historia hubiera sido real, entonces las fotos lo demostrarían, pero ¿cómo iban a haber foto sitodo fue inventado? Si se hubieran pedido fotos antes de publicar, se hubiera descubierto la farsa mucho antes. La afiliación de los lectores con un medio se respeta, es por eso que los periódicos y...
Regístrate para leer el documento completo.