el falso reconocimiento al pueblo mapuche






EL FALSO RECONOCIMIENTO
DEL
ESTADO CHILENO AL PUEBLO MAPUCHE









El reconocimiento cultural de las identidades colectivas por parte del Estado es un proceso histórico que posee una larga data y que actualmente aparece como un problema a la vuelta de la esquina, cada cierto tiempo. En los últimos años, hemosobservado una inusitada efervescencia social de las minorías en pos de reivindicar sus prácticas o demandas frente al Estado, de esta manera, nos proponemos reflexionar en torno al Estado de derecho y su política legislativa –elaboración y modificación de las leyes–, en función al conflicto mapuche, a través de los procesos históricos que revelan el falso reconocimiento, por parte del Estado dederecho, del pueblo mapuche.
En el último tiempo ha ocurrido la irrupción en el plano social de identidades colectivas –indígenas– que desean el reconocimiento como nación por parte del Estado chileno, y sus críticas están centradas en la reivindicación de tierras expropiadas, reconocimiento como una identidad colectiva independiente e igualdad de oportunidades en la inclusión a la sociedadchilena, es así que, “Desde hace ya dos décadas, los mapuches han iniciado un nuevo ciclo de movilizaciones donde las tensiones entre sus distintos niveles de auto reconocimiento –campesino, étnico y/o etnonacional– puede contribuir a crear las condiciones para un nuevo escenario étnico muy alejado del que dominó en el siglo veinte”1. Además, debemos destacar el proceso de consolidación de unaidentidad de resistencia forjada por las relaciones con el Estado, a lo largo del siglo XX, que ha permitido la creación de una identidad histórica, en la cual el ámbito político destaca por sobre otros “la construcción de una política de identidad sólo puede estar situada en la historia. La historia de las relaciones del Estado de Chile y los mapuches es una secuencia compleja de políticas derepresión”2.
Las dos historias –una oficial ligada a la consolidación del Estado-nación y que otra trata de una memoria social que contiene las heridas sobre la consolidación del aparato estatal– existentes en nuestra sociedad son reforzadas, cada cierto tiempo, por los procesos históricos que suceden en el país. La construcción de un sistema social ilegítimo, respaldado por un sistema económico en expansióndesde fines del siglo XIX, refuerza las diferencias entre ambas historias. A principios de siglo, los discursos oficiales van en la misma dirección que la ley, ya que la legitimidad radica en la ley misma, y no en el proceso histórico que la “dictó”, asegurando que el texto legal en sí y el acatamiento del texto legal garantizan legitimidad suficiente como para anular el proceso históricooriginal3. La legitimidad de la historia contada corresponde al acatamiento de la ley, por lo tanto, los períodos históricos de la historia de Chile se definen por los quiebres o cambios del sistema político y los estudios sobre el indígena se enmarcan en la relación política entre el sector mapuche y el Estado.
El Estado chileno radica su legitimidad en un Estado de derecho con un sistema democráticoque divide sus poderes fácticos en ejecutivo, judicial y legislativo, este último –según Habermas– es un proceso diferenciado como formas de argumentación, que incluye negociación en el escenario político, y que no debe ser entendido en el sentido de una contraposición entre idea y realidad sino en términos de reconstrucción en la facticidad social de los procesos políticos existentes4. Lareconstrucción de un orden social por parte del Estado es un proceso con características históricas que aspira en primer lugar a la neutralidad ética del ordenamiento jurídico y de la política, el cual
Todo ordenamiento jurídico es también la expresión de una forma de vida particular y no sólo el reflejo especular del contenido universal de los derechos fundamentales (…) Esto se pone de manifiesto...