El fetichismo
Una mercancía, en tanto valor de uso, merced a sus propiedades satisface necesidades humanas, y esas propiedades las adquiere en tanto producto del trabajo humano.
La mesa siguesiendo madera, una cosa ordinaria, sensible. Pero no bien entra en escena como mercancía, se trasmuta en cosa sensorialmente suprasensible.
El carácter místico de la mercancía no deriva, por tanto desu valor de uso. La igualdad de los trabajos humanos adopta la forma material de la igual objetividad de valor de los productos del trabajo; la medida del gasto de fuerza de trabajo humano por suduración, cobra la forma de la magnitud del valor que alcanzan los productos del trabajo; por último, las relaciones entre los productores, en las cuales se hacen efectivas las determinaciones socialesde sus trabajos, revisten la forma de una relación social entre los productos del trabajo.
Lo misterioso de la forma mercantil consiste sencillamente en que la misma refleja ante los hombres elcarácter social de su propio trabajo como caracteres objetivos inherentes a los productos del trabajo, como propiedades sociales naturales de dichas cosas y, en que también refleja la relación social quemedia ente los productores y el trabajo global, como una relación social entre objetos. Así, los productos del trabajo se transforman en mercancías.
La forma de mercancía y la relación de valor entrelos productos del trabajo en que dicha forma se representa, no tienen absolutamente nada que ver con la naturaleza física de los mismos ni con las relaciones, propias de cosas, que se derivan de talnaturaleza. Lo que aquí adopta, para los hombres, la forma fantasmagórica de una relación entre cosas, es sólo la relación social determinada existente entre aquéllos.
A esto, Marx lo denominafetichismo, que se adhiere a los productos del trabajo ni bien se los produce como mercancías, y que es inseparable de la producción mercantil.
Las mercancías son productos de trabajos privados ejercidos...
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