El Filosofo Moral y la Vida Moral - Willian James
El filósofo moral y la vida moral*
El propósito principal de este artículo es mostrar que ninguna filosofía ética puede ser dogmáticamente formulada por
adelantado. Todos contribuimos a determinar el contenido de
la filosofía ética en la medida en que contribuimos a la vida
moral de nuestra raza. En otras palabras, no puede haber ninguna verdad última en ética, del mismomodo que no puede
haberla en física, hasta que el último hombre haya vivido su
experiencia y dicho lo que tenía que decir. Tanto en un caso
como en el otro, sin embargo, las hipótesis que adelantamos
durante la espera, y los actos a los que éstas nos empujan, figuran entre las condiciones indispensables para determinar qué
pueda ser lo que se “diga” entonces.
En primer lugar, ¿cuál es laposición de quien busca una
filosofía ética? Para empezar, es preciso distinguirlo de todos
aquellos que se contentan con ser escépticos en el terreno ético.
Él rechaza voluntariamente ser un escéptico; el escepticismo
ético por tanto, lejos de ser uno de los frutos posibles de la
reflexión filosófica ética, sólo puede ser visto como una de las
alternativas residuales a cualquier filosofía,como la amenaza
que pende siempre sobre cualquier aprendiz de filósofo de desanimarse y renunciar a su proyecto original. Dicho propósito
consiste en dar con una interpretación de las relaciones morales existentes entre las cosas capaz de tejerlas en la unidad de
* Conferencia ofrecida ante el Yale Philosophical Club, publicada en International
Journal of Ethics, abril de 1891. (N. del a.).www.elboomeran.com
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El filósofo moral y la vida moral
un sistema estable y de convertir el mundo en lo que podríamos llamar un genuino universo desde el punto de vista ético.
En la medida en que el mundo se muestre resistente a esta
reducción a la forma de la unidad, en la medida en que las proposiciones éticas sigan pareciendo inestables, el filósofo no
habrá alcanzado su ideal.La materia de su estudio son los ideales que encuentra en el mundo; el propósito que le guía es su
propio ideal de dar al mundo una forma determinada. Este
ideal es pues un factor cuya legítima presencia dentro de la
filosofía ética no debe nunca ignorarse; es una contribución
positiva que el filósofo realiza necesariamente al problema.
Pero es su única contribución positiva. Al comienzo desu
investigación no debería tener más ideal que éste. Si tuviera
algún interés particular en el triunfo de cualquier especie de
bien, cesaría pro tanto de ser un investigador crítico y se convertiría en el portavoz de algún aspecto limitado del caso.
Hay tres preguntas que es preciso distinguir en ética.
Podemos llamarlas respectivamente la pregunta psicológica, la
pregunta metafísica y lapregunta casuística. La pregunta psicológica se interesa por el origen histórico de nuestras ideas y
juicios morales; la pregunta metafísica se interesa por el significado propiamente dicho de palabras como “bien”, “mal” y
“obligación”; La pregunta casuística se interesa por la medida de los diversos bienes y males reconocidos por los hombres,
a fin de que el filósofo pueda establecer el ordenadecuado
entre las obligaciones humanas.
I
La pregunta psicológica es la única que tratan realmente la
mayoría de quienes discuten sobre la materia. Cuando el típico doctor en cuestiones divinas ha demostrado a satisfacción
suya que es preciso postular una facultad enteramente única
llamada “conciencia” para que nos diga qué está bien y qué
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227está mal; o cuando nuestro entusiasta de la ciencia popular ha
proclamado que el “apriorismo” es una superstición superada
y que nuestros juicios morales han surgido gradualmente de las
enseñanzas del entorno, ambos piensan que han resuelto la
cuestión ética y que no queda nada más que decir. Los nombres familiares de Intuicionismo y Evolucionismo, tan comúnmente empleados para connotar todas...
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