EL FIN DE LOS ESCRIBAS
Y claro, como en su momento me enganchó, cuando salió el segundo libro de la trilogía, El libro de las almas, no dudé en lanzarme a su yugular. Fue unmordisco un poco más indigesto, la verdad, porque aunque se aclaran algunos cabos sueltos me pareció un libro de tránsito y me llenó de dudas.
Así que me quedé, dubitativa, a la espera del tercer ydefinitivo libro. En medio de esta espera se cruzó por medio otro libro de Glenn Cooper, independiente de la trilogía, llamado La llave del destino (ver reseña). Le hinqué el diente y me quedédesdentada. Mis dudas se confirmaban: a Glenn Cooper le falta altura.
Así que con estos antecedentes (o más bien debo de decir pese a estos antecedentes), pero en un momento en que necesitaba leer algoligero, una lectura veraniega que se dice, me decidí a ponerle fin a la trilogía.
¿Qué decir? Que mis sospechas se confirman: Glenn Cooper es un escritor, no sé si decir mediocre, pero sí delmontón. Pero tuvo una buena idea. Y si se tiene una buena idea, ciertos conocimientos, se llena de diálogos y ritmo una historia, pues ya se tiene un libro. Y si además la editorial pone en marcha sumaquinaria de fabricar churros, digo best-seller, pues viento en popa no navega, sino que vuela Glenn Cooper con sus escribas. Venga, mejor tres libros, que resulta más rentable al bolsillo..
En verdad noes necesario siquiera leerse los dos libros anteriores, porque a través de un recurso muy pueril (una redacción del hijo del protagonista) Glenn Cooper nos pone en antecedentes y demuestra de paso...
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