El Fin Del Tiempo

Nombre: Ana Claudia Muñoz Martínez
Fecha: 18/ Enero / 2015
Materia: Filosofía de la historia
Sobre el fin del tiempo
El autor comienza el texto diciendo que la importancia de la historia no es el pasado, aunque al necesitar conocer la historia el que hace filosofía de la historia tiene por objeto imprescindible el pasado, debe fijar su vista hacia el futuro.Por lo que la pregunta fundamental no es la de cómo ocurrieron las cosas, sino: ¿hacia dónde se encamina con la historia, con ese proceso que se desarrolla con el paso del tiempo en nosotros y por nosotros, los hombres que actuamos y perecemos?
Continua diciendo que antes del cristianismo se creía, citando a Aristóteles, que el acontecer de la historia era un ciclo continuo, lo que traía comoconsecuencia el que las cosas se repitieran infinitas veces. La exégesis aristotélica del tiempo privilegiaría el «ahora» y, por consiguiente, el presente. La metafísica occidental -Aristóteles inclusive- concebiría el ser como presencia, y como presencia permanente1. Pero después del cristianismo tal noción de la historia se vuelve inconcebible ya que no se pueden dejar de lado conceptos como elcomienzo, la creación de la nada o el concepto de fin. Aunque sólo dejando atrás la tradición cristiana es que se puede concebir a la historia como algo con principio y con final. De tal modo que sin importar de qué manera se de una investigación acerca de la historia, lo que es imposible es el evitar preguntarse acerca del fin en un sentido o en otro.
La historia es un proceso, un acontecer a travésdel tiempo, y ese acontecer o marcha no puede concebirse sin la representación de un “de dónde” y “a dónde”, esto es así porque la historia está condicionada por un comienzo y un fin. El problema es que no existe experiencia alguna con respecto al comienzo y al final de la historia, pues no es posible captarlo dentro de su fluir, así que la única forma en que podría concebirse el principio y elfinal de la historia sería por elementos de la revelación. Conceptos tales como la salvación y la condenación sólo pueden ser comprendidos a partir de la revelación, pero si el estudio de la historia sólo se da a partir categorías psicológicas, políticas y sociológicas, no se alcanzará el verdadero núcleo del acontecer.
Ya que lo primordial en todo quehacer filosófico es el de no cerrarseprecipitadamente a el campo de la interpretación posible, se tiene que reconocer que el fluir de la historia es el misterio de la salud y la condenación aunque no pueda entenderse en cada caso particular. La pregunta que se hace la revelación de acuerdo a la historia no es la de ¿qué es?, sino la de: ¿qué ha sucedido? (y también sobre qué sucederá). Por lo que el fluir en el tiempo, en su afirmaciónteológica, trata sobre la salvación en curso del hombre. La decadencia de la filosofía de la historia bien podría deberse a la falta de interés del hombre por explicar lo que dice la revelación.
La relevancia de la teología en el estudio de la historia no es como tal la teología misma, la tradición sagrada que la fe acepta como revelado no es lo primordial, lo es la interpretación teológica de esedepósito tradicional. Lo que el autor quiere decir con lo anterior es que no hay que hacer teología sino que hay que remitirnos a la información teológica. Ante esta concepción teológica de la historia, al referirnos acerca del fin del tiempo, dicha afirmación tiene un carácter especial de profecía. Y la profecía es un presagio ordenado a la esencia de la historia, sin tener que contar con laexperiencia. La profecía anuncia siempre acontecimientos que tienen relación con la salud y condenación; consiste en descubrir bajo el estado de cosas presentes indicaciones sobre el futuro, como la noticia de algo futuro imprevisible sin la penetración explicativa de lo experimental.
Ahora bien, la historia no es todo lo que sucede, ni siquiera todo lo que sucede en torno al hombre, la historia “es el...