El frágil arte de la existencia

el otro día me ponía a pensar si realmente existen los grandes vacios en la vida, esos momentos en donde uno le pierde cierto sentido a las cosas, esos tiempos en donde la existencia parece no teneruna claridad anhelada ¿Es un problema de fe o más bien es una crisis que pondrá mejores cosas en el camino?
Pienso que no es una cuestión de fe, más bien es un tiempo de transformación, donde clarolas cosas resultan confusas porque se están dando nuevas etapas, porque nos enfrentamos a cambios que seguramente serán decisivos para nuestro futuro.
Las crisis también pueden venir por decepciones omás bien dolor por algo perdido o nunca ganado. A veces creíamos que todo estaba bien, que las cosas iban por su camino pero no era así, una transformación venía fuerte y mostraba otro rumbo a tomar.Ese nuevo rumbo es novedoso y cuesta aceptar porque nunca se pensaba que ocurriría. La lamentación es tentación en esos momentos, la queja no deja de aparecer, pero es normal, las crisis mueventodo, nos hacen parecer las cosas perdidas pero no es así, hay un nuevo horizonte que está por aparecer.
Las lagrimas van a aparecer y no hay que asustarse, es más no hay que guardarse lo que uno llevadentro. Es bueno contarlo a alguien, al que se merece la mayor de las confianzas; el mejor amigo, el hermano, el papá,  la esposa, el mejor amigo o esa persona especial.
Las crisis no son retrocesos,son más bien giros que producen mejoras a largo plazo. Creer en Dios ayuda mucho cuando no se ve claridad ante los cambios. No estamos solos, hay que acostumbrarse a cambiar, a dar la vuelta que derepente en ningún momento de la vida dimos, hay que arriesgarse, porque si no lo hacemos no ganaremos.
Una etapa nueva cierra una etapa antigua, es vital analizar que está ocurriendo eso. 10 o 15 añosfueron con temáticas similares, con contratiempos conocidos y controlados. Transcurrido ese tiempo viene a la vida otro espacio, otra aventura.
Lo difícil es no ver que se está en una crisis para...