El fraude electoral en la política argentina

El fraude electoral en la política argentina.

“En la Argentina el sufragio universal ha generado un amplio consenso y los intentos por cambiar los resultados electorales se han desarrollado en práctica fraudulentas”

10-06-10

A
lo largo de la historia política argentina, el tema del fraude electoral siempre estuvo en discusión cuando se llevaron a cabo elecciones. En estos 200 años,podrían destacarse tres momentos –aunque hubo más- en donde la metodología de selección de representantes estuvo condicionada por el fraude, la violación o malversación sistemática de las leyes electorales vigentes, o la implementación de medidas que evitaron que la sociedad elija con total libertad a sus gobernantes. Los tiempos de la llamada Generación de 1880, la denominada Década Infame y losaños de la proscripción peronista, podrán permitirnos hacer un análisis de porqué el fraude tuvo cabida en nuestro país y cómo se utilizó.

Lo principal que aparece al ver en perspectiva esos períodos, es que el fraude se usó para manipular y/o sobrepasar las reglas del juego electoral. Gracias a eso, cierta clase dirigente mantuvo el poder y el estatus quo por determinado tiempo, y dejó sinposibilidades a sus opositores, así fueran del mismo arco político.

Cuando en 1874 Nicolás Avellaneda fue elegido presidente, el ex-mandatario Bartolomé Mitre y sus seguidores calificaron de “fraudulentas” a las elecciones y provocaron un levantamiento armado que fue sofocado por las tropas oficiales. Por ese entonces regía la ley electoral nº 623, que establecía el voto optativo y públicopara los hombres mayores de 17 años. Tras la insurrección mitrista, el Congreso modificó la norma y sancionó la ley nº 893 con una disposición que disminuía el número de votantes en cada una de las mesas electorales, creyendo así evitar el fraude. Pero lo central del sistema no cambió: se siguieron utilizando las listas completas, lo que significaba que quienes ganaban las elecciones seadjudicaban todos los cargos en disputa.

Como la mayoría de los legisladores había obtenido sus bancas gracias a las fisuras reglamentarias que les dejaba la ley 653, las cosas no cambiaron demasiado y las accionas fraudulentas también continuaron. Como detalla Dolores Cullen Crisol en el libro Leyes electorales y fraude en la Argentina (1877-1906), “a la sombra de hombres armados y de laviolencia, reaparecieron una vez más las adulteraciones y la falsificación de votos, la sustitución de urnas y el comercio de sufragios. A veces, las juntas escrutadoras rechazaban a los votantes que manifestaban sus simpatías hacia candidatos de otro color político y muchos individuos votaban dos, cuatros e incluso más de 30 veces en una misma mesa”.

Ese sistema tuvo continuidad más de 20 años,siendo el “regulador” de distintas elecciones en los gobiernos de Julio Roca, Juárez Celman y Carlos Pellegrini, Luís Sáenz Peña y José Uriburu, y en otro período de Roca, cuando se estableció una nueva ley electoral en 1902. Esta norma dividió al país en distintas circunscripciones y las listas pasaron a ser incompletas, dando más posibilidades a otros dirigentes políticos de poder ser elegidos(como fue el caso de Alfredo Palacios, legislador socialista).

Pero las experiencias electorales de aquellos años dejaron de estar manchadas por denuncias de fraudes comprobados y evidentes recién en 1912, cuando se sancionó la ley nº 8871, conocida como ley Sáenz Peña. Además de continuar con el sistema uninominal de circunscripciones y de listas incompletas, lo fundamental fue elestablecimiento del voto obligatorio y secreto para todos los hombres mayores de 18 años.

Bajo esa metodología se desarrollaron elecciones limpias y transparentes que sentaron en la presidencia a dirigentes opositores al régimen conservador: Hipólito Yrigoyen y Marcelo T. de Alvear, ambos de la Unión Cívica Radical (UCR). Pero esta “democracia en las urnas” sólo fue una etapa que duró hasta...