el gen

El gen maldito

Muchos pensamos que somos… cuando no somos.
Describimos instantes que le dan sentido a lo que nos queda de vida. Caminamos a la deriva de una senda inconclusa, sin saber a cienciacierta si lo que veremos al final es lo que queremos encontrar. Un mundo bifurcado de decisiones bifurcadas donde solo es real lo que la masa se propone en definir como real. Los tiempos cambian,pero la gente no cambia tanto después de todo.
A través de las generaciones los hombres se han sabido dejar amaestrar de las maneras más convenientes. Ya sea religión, ideal político o hasta ámbitossocioculturales tenemos la respuesta a cualquier pregunta desde un criterio que de seguro no es propio. Somos seres dominados, humanos sin sentido crítico que a la primera damos rodeos y continuamos porel camino fácil. No nos detenemos, no reflexionamos. Al final de cuentas, somos seres de decisiones, no de reflexiones.
Bien es cierto que las formas que nos amaestran nos hacen sentir, de lasmaneras más estudiadas posibles, seres autónomos, de decisiones autónomas y que cada que paso que damos nos llevara por el camino que mejor nos conviene. El problema yace en una realidad apresurada, comouna balanza desequilibrada, donde los ideales desequilibrados nos colocan en un sistema organizado de tal manera que los juegos de azar no son al azar, un sistema donde todo está fríamente calculado ylas vendas están muy bien puestas.
Ahora, si a través de dios se define lo malo y lo bueno, si a través de un partido político se define lo mejor para el pueblo, si a partir de una cultura se defineel modo de ser de cada persona; ¿dónde queda entonces la autonomía?
Va siendo larga la lista de distractores, y en cada generación se agregan nuevos elementos de control: Publicidad, estándares debelleza, religiones por doquier, mundiales de futbol, felicidad prepagada. La sociedad dejo las necesidades comunes para convertirse en un mercado de estereotipos, de seres individualista, donde el...