El Genio De La Montaña

Inspiración

A mi también me impresionó la Ola de Octavio.

Es tremenda como solamente puede serlo el amor.

La veleidad de lo delicado envuelve y agita con fuerza los sentimientos más profundos.

La veleidad es posible en la delicadeza, en la suavidad de la melodía que acompasa los sueños.

Esa Ola perversa y bella, seductora y engañosa no es más que la relación, triste y verdadera,real y concretable de cualquiera que agite el corazón y deje que pernocte en su seno el mundo ilusorios de lo existente más allá de nuestra carne.

NOTA

Las historias que se consignan a continuación, son fragmentos, eventualmente confusos, de un códice muy antiguo, que hace referencia a la existencia en un tiempo anterior a éste, de papiros que contienen los textos originales que aquí serelatan y éstos, son copia.

Llegaron a mis manos por casualidad.

Fue una tarde que caminaba en una lejana montaña enclavada en una cordillera de la Sierra Madre, en un caserío de Ixcoy, en lo alto de los Cuchumatanes.

Un joven kanjobal a quien el día anterior había conocido, me contó de ellos, diciéndome que estaban en manos de su viejo abuelo, quien era un gran conocedor delas historias de su pueblo. Un principal de principales o Cabeza de Pueblo.

En esos días yo atravesaba una fuerte depresión existencial. Fui a esos lugares de alta montaña precisamente para tratar de encontrarme a mí mismo. Recién había leído la Montaña Mágica de Mann y tenía un estado de ánimo mezcla de derrota y esperanza.

Me acerqué por la orilla del río, que surcaba unpequeño valle, pisando sobre las matas de berro y tréboles que enverdecían la rivera.

Efectivamente, los documentos permanecían en poder de un anciano que tenía la cara entrecruzada de caminos. Poseía ojos de mirada apacible, de perro viejo o lago lejano.

¡Todo él estaba muriendo!

La única vez que le hablé, se encontraba a la orilla del río de agua fría, cristalina y helada,que bajaba de lo alto de la montaña.

Lo saludé y me respondió con un gesto imperceptible de cabeza.

A cuclillas me puse a su lado y masticando berros que arranqué de entre las aguas, le hablé, explicándole que venía caminando desde el centro de una pesadilla, para buscar la verdad, que la estrella de la mañana me dijo que llegara a esa hora al río y que se la pidiera.

Elanciano levantó su mirada, relejando un opaco cielo que miraba – ¿o tenía dentro? – Quedándose quieto, como la imagen de un ídolo. Moviendo con lentitud el brazo, llevó su mano dentro de un morral mugriento que colgaba de su hombro. Sacó de él un legajo de papeles viejos, que despidieron un profundo olor de moho con acidez de madera y humo encerrado en rancho.

Me dio los papeles y altacto supe que eran de corteza de árbol. Papel sedoso a la palpación. Fino, suave que me acarició los dedos.

“Los papiros sagrados” dijo desde mi interior una voz desconocida.

En español mal pronunciado me advirtió respecto del cuidado que hay que tener con la información que contienen los textos de los papiros. Con los conocimientos de la vida y la muerte que poseen.

“Lasverdades del tiempo que no es tiempo y del espacio que se niega están ahí. Todo aquello por lo que los hombres viven y mueren, encuentra en sus letras la respuesta. Los dolores, las alegrías, las indiferencias son explicados. Aparece el alma como mariposa que revolotea al abrir los hojas del libro de la historia del infinito” dijo con voz cascada.

En la pasta del libro apareció,mágicamente, dibujada la serpiente enroscada en los nueve puntos del uno…Se comía a sí misma.

Con oraciones imperativas me ordenó que hiciera públicos los escritos cuando fueran los primeros años del tercer milenio. Fechas en las que se evidenciarán los días difíciles que sobrevendrán y “quizás el hecho de conocer las reflexiones al respecto del tiempo y del Universo ayudará a los hombres para...