el german beltran

El Germán Beltrán


Por Álvaro Pérez


Al Germán Beltrán siempre le habían gustado las antigüedades y los sapos de plomo pintados
con diamantina, y le gustaba el trago y le gustaba el cigarro. Pero lo raro era que también le
gustaban las matemáticas y pasaba horas con sus tablas de conversión de logaritmos y sus
transportadores. Vivía en un edificio que no tenía muchos cuartos y tampocomucha gente, pero
que sí tenía duendes, tapados, sombras, apariciones y que estaba en la avenida Quintanilla Zuazo.
En uno de esos viejos edificios de adobe que, desde que se erigen, dan la impresión de estar por
desplomarse. Vivía en el segundo piso y tenía un dormitorio para dormir y un estudio para
estudiar, amén de un pequeño baño que compartía con otros tres inquilinos. Había llegado deSucre hacía tres años para estudiar, y estudiaba arquitectura.

Era lo que se dice una persona normal, porque salía a la calle y a veces usaba un gabán, una
chalina y otras veces unas orejeras, además porque se compraba pan y se compraba azúcar, y la
gente lo veía y decía: el Germán Beltrán es lo que se dice una persona normal porque se viste
normal y se compra normal. Pero también eraextraño, porque siempre estaba solo, saludaba a la
rápida, como sin ganas, y mascullaba al caminar; apenas hablaba y cuando lo hacía usaba un tono
casi lírico, como la gente del siglo pasado, y la gente lo veía y decía: pero también es extraño
porque siempre está solo y tiene un comportamiento por demás particular, además cuando habla
parece del siglo pasado. Como casi nadie le hablaba, todo elmundo se dedicaba a hablar de él. Y
decían cada cosa. Así pues le inventaban amores, dolores, enfermedades, trastornos, estigmas,
filias y genealogías absurdas.

Se imaginaba y sospechaba todo del Germán Beltrán, pero nadie se imaginaba ni sospechaba
que entre el misterio que subyacía a tan singular personaje, se ocultaba una peculiaridad que
nadie más que él y don Atanasio Luque conocían, y talera que el Germán Beltrán guardaba un
monstruo en su estudio. El monstruo tenía dos orejas, dos ojos, una nariz, una boca, cabello y
hasta hablaba con propiedad, pero no por eso dejaba de ser un monstruo. Estaba oculto debajo de
la mesa que le servía de escritorio y sólo por las noches se paraba, se estiraba, se sacaba los
pecados de las manos, de los pies, de los codos y las rodillas ymiraba a todas partes, se rascaba el
cuello y hacía polichinelas. En resumidas cuentas el monstruo era casi idéntico a una persona
normal y casi idéntico al Germán Beltrán, pero no por eso dejaba de ser un monstruo. A veces
agarraba un libro y se ponía a leer y a veces sólo se quedaba mirando el techo, como esperando
algo, como haciendo tiempo. No hacía bulla, no molestaba y comía muy poco. Erapues un
monstruo ejemplar, pero no por eso dejaba de ser un monstruo.

Una tarde al Germán Beltrán se le ocurrió salir de paseo a la avenida Periférica a modo de
comprarse la cena y a modo de contemplar la ciudad. Se puso su gabán de género, su chalina de
alpaca, sus orejeras de cuero de chinchilla y se fue caminando. Bajó por la avenida República, por
la Estación de Trenes y llegó a laTerminal de Buses. Subió recto por la calle Larecaja y llegó
agotado a la avenida Periférica, justo sobre Vino Tinto. Desde esa posición se veía sólo la zona
Norte de la ciudad ya desdibujada por la cerrazón, y ante tal contrariedad, no pudo más que
suspirar desilusionado. Exhaló con fuerza, metió las manos en los bolsillos y empezó a caminar sin
rumbo fijo. Caminó durante largo rato y llegó quiénsabe cómo hasta un barranco sobre el río Orko
Jahuira, que por esas horas producía un rumor por demás fascinante. Como no podía ser de otro
modo, el río lo atrajo a cencerros tapados, como atraen los ríos, y se metió por entre las piedras,
las cuevas, la maraña y los lodazales, y llegó hecho una mugre. Notó que sobre sus márgenes un
hombre pequeño y mofletudo se movía sin descanso, se...