El Girardotano

El Girardotano
Fue allá en el norte del valle de aburra, en un hermoso y rico valle que forma el rio Medellín enclavado en medio de las cordilleras central y occidental, en el departamento deAntioquia, donde una tarde de mis mejores tardes conocí un lugar espectacular y acogedor, colmado de personas especiales y echadas pa’delante.
Allá donde la famosa y antigua estación del ferrocarril y elpaso por la vieja carrilera de un tren que las nuevas generaciones no alcanzaron a conocer, les dan la bienvenida a sus ciudadanos y a los visitantes.

En el momento que crucé el puente sobre el rio,encontré muestras de la riqueza en flora y fauna de las que goza este municipio, que a pesar de la contaminación industrial y minera que allí también se refleja, aún se respira el aroma del café,todavía ahúman los trapiches paneleros y se pueden observar grandes cañadulzales, veredas reconocidas como paisajes turísticos gracias a sus mágicas fuentes hídricas y riquezas culturales y ancestrales.
Unospasos más adelante, el municipio denota su vocación religiosa, con algunas imágenes y réplicas depositarias de la fe de sus ciudadanos que al momento de salir o ingresar a su municipio con labendición a estas ruegan.

Es en Girardota, donde decenas de personas llegan en semana santa para pedirle al señor caído bendiciones y una que otra ayudita, donde se celebran las ya conocidas y concurridasfiestas de la danza y el sainete y en donde diciembre se vive con fé, regocijo, paz, armonía, pero sobre todo con mucha alegría.
Al llegar a la catedral encontramos una de las más hermosas iglesias deColombia y la tan venerada imagen del señor caído que ha hecho de Girardota un municipio fervoroso y para muchos hasta milagroso. En frente está el parque principal donde se puede sentar a charlar unabuena tarde, ya sea tomando café en el kiosco o comiendo helado en una de las bancas, bajo los verdes árboles que prestan su sombra.
El Girardotano es religioso, berraco, trabajador, responsable,...