El glifosato: Ese asesino

Ese asesino, asesino que combate la ilegalidad y es “partidario de la moralidad”, ese inicuo cuyos jefes no piensan dos veces si utilizarlo o no, ese criminal que por medio de un acuerdo seescabulle en las faldas de esa mujer violada desde hace cientos de años. Sí, es ese… ese magnicida que ha exterminado, no solo lo ilícito si no la capacidad de un terreno de producir cultivos alimenticios,aquel desmesurado partidario del Sr. Consumo. Así es, ese asesino llamado glifosato.
Aunque no sea de creer, este asesino y su impacto ambiental y social dentro de la humanidad no causan ni una ligeradesviación a la vista del humano, pues para muchas personas es caso desconocido, para otras nada más que el intento de escandalizar nuevamente a Estados Unidos, y otros a pesar de conocer lasituación se le es indiferente, existen aquellos le toman relevancia al tea y no dejan de hacer campañas, que consiguen un apoyo forzado.
Diferentes visiones se encuentran más allá de la indiferencia eignorancia, pues aquellos que son afectados directamente por este asesino infernal se manifiestan, comunican sus inconformidades, pero lamentablemente so opacadas por un estado que busca aquel beneficiorelativo realizando tratos con un Sr cuyo nombre consumo (ya dicho) y su apellido capital no se les escapa los millones de ingresos al contratar a este asesino.
Antes que todo tratar el tema de cultivosilícitos, entender que si hablamos de daños e ilegalidad no atrapa un solo pensamiento, no dirige un solo inconveniente y envuelve conflictos sociales, ambientales y económicos en su interior. Noshemos enfrascado en desaparecer tales cultivos sin tener presente tal racionalidad característica del ser humano, hemos invertido miles de millones en campañas, herbicidas y cualquier tipo de elementoque aporte a la mala racha de este tipo de plantas. Teniendo en cuenta que son propiamente cultivadas por las manos del hombre y el debate sobre su ilegalidad o legalidad no será profundizado aquí,...