El gnomo

El Gnomo

En la fuente, bajo el volcán de Moncayo, las muchachas iban a tomar agua con sus cántaros. Eran alegres y risueñas, cual golondrinas revoloteando.
En el pórtico de la Iglesia estaba eltío Gregorio, un ancianito que contaba ya unas 90 navidades. Nadie sabía mejor que él cuándo dar un consejo, contar un cuento o sacar a cuentas un refrán. Las muchachas al verlo le saludaron ycorrieron a él para que les contara una historia.
-No os contaré una historia- dijo el anciano- sino que mejor les daré un consejo.
-¿Un consejo? ¡Bah! Para consejos se los pedimos al señor cura –dijeronlas aburridas.
-Lo que pasa es que el cura está siempre muy ocupado con sus rezos y sus manualidades, y este consejo les será muy útil. Escuchen con atención.- El anciano entonces se puso acontarles una historia muy peculiar.- He visto que van y vienen a la fuente a por agua; cada vez entran más temprano y regresan más tarde.
-¿Y qué sucede? ¿Hay rumores? ¿Es acaso porque los campesinosvienen a halagarnos con flores y nos ayudan a cargar los cántaros?
-Sí, sí, hay rumores, mas no es por eso que os digo esto. Lo que quiero que cuiden es que no les vaya a agarrar la noche estando enaquellos rumbos.
-¡La noche! ¿Y qué pasa en la noche? – dijo burlonamente una muchacha.
- Es en la noche cuando salen aquellas criaturas que en el nevado se guardan.
-¿Quiénes? ¿Los lobos?
- Loslobos aúllan en la noche, cuando el Moncayo se cubre de nieve, y bajan incluso a rondar por las calles, pero a ellos no deben temerle tanto como a las criaturas que les platico. – Y cuando dijo estoel senil, las risas se convirtieron en silencio.- Las criaturas que os llenan de halagos y os agradan con sus gracias son, queridas mías, los Gnomos.
Todas las chicas, sentadas formando u corro enrededor del anciano, escucharon atentamente lo que les decía.
-Hace algún tiempo, en ese lugar, donde los bosques se visten de espino… Un pastor que buscaba una res extraviada entró por accidente a...