El Gobierno Presidencial

CenlTO de
Estudios )'
Asistencia
Legislativa

SECCION QUlNTA
"EL GOBiERNO PRESIDENCIAL"

Material de Apoyo

Ajan Bwnfman V.

, .
Va lpara[so, diciembre de 1991.

ELEUTERIO RAMIREZ 353

CASILLA 40:,9

FONO 2'J0030

FAX 56

:}2 i2181l8óJ

VALPARAISO

CHILE

El argumento más fuerte del presidencialismo es aquel que señala las ventajas de éste sistema en
términos de liderazgo, fuerza y estabilidad.Así, se indica que la sociedad requiere de un gufa, un conductor
cilpal dc mOSlI'ar el t:..'1mino que van lomando sus integrantes. Esta es una constatación prácticamente
sucio lógica. El razun3miúntu del presidencialismo es que este papel puede desempeñarse de mejor manera,
CO!l resullndos Huís cficuces para la conducción, en la medida que sólo una persona, es el representante
genera l de lavoluntad popular. &'ta iclea, sicológicamcntc, puede importar la necesidad de recrear la
figura del monarca dentro de la república .

E...c;ta justificación presidencialista debe contrastarse con la siguiente pregunta fundamental: ¿ Es
neccs:uio que la mayor fuerza de gobierno o potcstad respecto de las decisiones polfticas fundamentales
rCLaiga sob re una persona, o puede ella radicarse en un conjuntode individuos, los que fijen las polfticas
cscfH.: ialcs de gobierno ! ?
Algunos piensa n que si es necesario, especialmente en algunas sociedades "más atrasadas" que
requieren:
i.
La fi gura institucional tle un presidente, una especie de padre, modelo, que aliente, que reprima,
ele.
ii.
Además, en términos de organización, una autoridad fuerte que dirija las decisiones, las centralice
a fin yuela coordinación y la planificación, permitan un avance libre de contradicciones, veloz,
que no pueda ser detenido. Se terne que un aparato administrativo descoordinado, sin metas
claras, no sea capa, de inrundir progreso. Aquf es menester advertir tres cosas:
El crecimiento del tam año de lo público es un fenómeno que no escapa al presente
siglo.
En el campo económico, la actividad planir,cada yde acción del gobierno como motor
central tlel crecimiento está siendo propuesta por ideales más cercanos a la
subsiedarieuad.
Muchus sectores plantean en la actividad la existencia de un Estado rnfnimo, lo que sin
lugar a dudas no guarda armonla con esta concepción.
¡ji.
También se señala que el sistema presidenciali sta en términos comparativos, ofrece mayor
cstabilidad poHtica que el sistemaparlamentario. Es decir, la existencia oe una autoridad que va
a gobernar al pafs por un perfodo r,jo de años y que no va a cambiar según varfen las
circunstancias polIlicas tiene una mayor posibilidad de infundir un manejo estable al aparato
público.
Otros opinan quc estos caracteres también pucde ser logrados ~y con mayor éxilo- por un r6girncn
dc gob iernu pé:!rlamenlario. Planteada la refutaciónen términos de las ventajas recién descritas, esto
significa:
i.
Es cfcl.:tivo que todas las sociedades necesitan un líder y el parlamentarismo tambié.n es
perfectamente capaz de ofrecérselos, con la ventaja que se trata de un liderazgo permanentemente
somctido a ratificación ciudadana, a direrencia de un gufa definido por un perfodo fijo. Es
baswnte obvio que Churchill, K. Adenauer o M. Thatcherrueron tan grandes lideres como F.D.
Roosevelt, J.F. Kenncdy O R. Reagan. Sucede con rrecuencia que los detractores del sistema
pHrlamentario se fundan en al gunas de las primeras experiencias del sistema, las que no resultaron
del todo sa tisfactorias (Por ejemplo: los modelos asamblefsticos de la 111 República Francesa, o
dc C hile) .
ii.
También es cierto que para el funcionamiento deorganización cstatal es Óptimo la existencia de
un só lo Hder, una sola voluntad, rápida y eficaz. Lo que es discutible es cuan rápida y eficaz puede
llegar a ser una autoridatl que los gobernados no sienten como legítima o legit imada. Respecto
a este punto, Bcrnard Cricl< rcncxiona acerca de lo valioso y rico que puede ser el consenso como
instrumento de avance social. Si dentro de una economía existe...