el gran amor de una gallina

Carolina es una gallina con gran personalidad:
mientras todas sus compañeras
duermen en el gallinero y se entregan a
su monótona producción diaria de huevos,
ella prefiere patinar, soñar y, sobretodo, volar. Esta habilidad para volar le
ha permitido escoger un sitio muy especial
para dormir: la copa de un árbol.
Carolina tiene mucho carácter y siempre
se ha sentido una gallina destinadaa
vivir sin ataduras. A pesar de que el
Marqués, el gallo más apuesto del gallinero,
está profundamente enamorado de
ella, nuestra protagonista solo está dispuesta
a ofrecerle una buena amistad.Sin embargo, un día aparece en el gallinero
Teobaldo, un nuevo gallo, regordete
y sonriente, por el que Carolina se
sentirá cautivada. El amor surge entre
ellos, sobre el que ninguna sombraparece
cernirse… hasta que llega la Navidad.
El empeño de la granjera en sobrealimentar
a Teobaldo había generado suspicacias
en Carolina, y sus peores sospechas
se confirmaron cuando la granjeraapareció con un enorme cuchillo dispuesta
a convertir a Teobaldo en la cena
navideña.
Carolina, desesperada, intentó todo
tipo de tretas para despistar a la granjera,
mientras Teobaldo corría aesconderse,
pero nada parecía funcionar. Hasta
que Carolina se esforzó en poner un
enorme huevo. La granjera se detuvo
solo un instante, sorprendida. Pero Carolina,
en un esfuerzo sobrehumano, fueponiendo increíbles huevos, consecutivamente,
cada cual más grande que el anterior.
La granjera, alucinada, abandonó
por aquel día la idea de sacrificar a Teobaldo,
y corrió a presumir ante susamigas
de su supergallina ponedora. Fue suficiente
para advertir a Teobaldo y que se
esforzara por adelgazar y no resultar un
plato apetitoso para Navidad.
Salvado Teobaldo, Carolina y él pudieroncelebrar su boda. A la fiesta siguieron
días muy felices, hasta que
fueron interrumpidos por una fiebre extraña:
Carolina no se sentía bien. Pero la
preocupación se convirtió en alegría
cuando...