El Gran Camino

El Gran Camino

Un cigarro mentolado humeando en un cenicero, la tv encendida de fondo, la sala de estar
con música ambiental. Un hombre sentado en un escritorio de espaldas a un gran ventilador,
mira por la ventana un bosque a lo lejos emplazado sobre una colina. Una brisa entra por la
ventana, lanzando unos cuantos papeles al suelo, quebrantando la pasividad de aquella
tarde. El hombretiene un brazo descubierto y en él, un tatuaje cual impronta misteriosa, se
dibujan dos ….. En un costado, sobre la pared, dos fotografías que muestran una, amplias
mesetas con volcanes de fondo, y dos, una extensa carretera que se pierde en un horizonte
nebuloso. El hombre bebe una infusión a sorbos cortos El hombre escribe velozmente en su
computadora.
El bigote debe estar perfectamentecortado y delineado -Me decía continuamente mi padre.
Sin embargo, nada sabía de bigotes ni de otros temas cuando apenas se tiene 6 años.
Acostumbrábamos sentarnos en la terraza de nuestra casa durante las tardes calurosas de
verano, ya que sus turnos de trabajo le permitían permanecer varios días seguidos en casa.
Él con su cerveza muy fría y yo con mis juguetes preferidos. Durante largas horas merelataba muchas de sus historias experimentadas en la vida. Sus palabras parecían originadas
a partir de algún recuerdo, que a pesar de corresponder muchas veces a experiencias
complejas, causaban en mí una rara sensación, como la de entender todo a pesar de mis
cortos años. El sonido de su voz creaba el efecto sedante a mi permanente inquietud infantil,
que perdura hasta el día de hoy comouno de los mejores recuerdos de aquella etapa de mi

vida. Tenía la cualidad de relacionar alguna experiencia del pasado con algún hecho ocurrido
en el presente para finalizar con una conclusión a modo de enseñanza.
Mi padre siempre representó más años de los que efectivamente poseía, por lo que no faltó
quien lo señalara en alguna oportunidad como mi abuelo. Ahora, cuando tengo 40 años,puedo decir que aquello se convirtió en un rasgo distintivo de los hombres de mi familia. A
pesar del tiempo transcurrido, todavía tengo en la memoria muchas historias de aquella
época, relatadas por él.

Cada mañana, me apetecía mascar hojas de coca con un poco de ceniza, creando un gran
bolo y tragando sus jugos durante horas, lo que llaman por estos lados, bolear. Lo que para
muchaspersonas era considerado una costumbre algo desagradable, para mí era divertido y
relajante, y además me ayudaba a evitar el mal de altura. Cuando trabajas a 4600 metros de
altura necesitas algo de esas hierbas milagrosas. Mi nombre es Renán y mi trabajo consiste
en transitar por senderos de ripio, montado en caballo, llevando los sobres que contenían la
remuneración de la gran cantidad de jornales,capataces e ingenieros que se desempeñaban
en las labores de construcción del Gran Camino. Cargaba una rústica bolsa que en su interior
tenía las alforjas que contenían el dinero junto a un revolver polaco, siempre cargado con
seis balas de fabricación finlandesa. Este artefacto me proveía la seguridad requerida, contra
cuatreros que circulaban por la región, sobre todo durante los primerosdías de cada mes,
fecha en la cual se procedía a cancelar los sueldos. Mi estatura y mi tez blanca, me
distinguían del resto de los trabajadores y de la población local. Mi vestimenta consistía en

una camisa blanca, corbata negra y un terno de lino color ocre, que enviaba a la tintorería
religiosamente todos los días sábado. Esta indumentaria distaba mucho con la usanza local,
debido a supoco abrigo y su estilo más bien europeo. Debido a mi inusual vestuario, era
conocido por los lugareños como el “terno Renán”.

El Gran Camino había iniciado su construcción hace dos años atrás. Correspondía a la mayor
inversión del Estado chileno en obras viales y presentaba los mejores estándares de
construcción, bueno, para ese momento. El proyecto se difundió como la oportunidad de la...