El gris
Sin embargo, ahora que hemos tenido la ocasión de leerla, sabemos que EL GRIS es una novela que no deja indiferente, aunque sólo sea porel punto de partida: un hombre que no puede dormir porque teme que si se duerme no despertarña nunca necesita fa,miliarizarse con la muerte y para ello empieza amatar.
En las primera pásginas nos duicen ya quien es el asesino, y luego, durante el resto de la novela, el autor nos enfrenta al terrible dolor del asesino y a latenacidad despiadada del comisario que lo persigue, haciéndonos dudar sobre a cual de los dos entendemos mejor.
En el gris nadie es bueno o malo desde unprincipio y hasta le final. No podemos conocer la moralidad de un personaje sólo por su papel, proque todos son humanos. Puede haber delincuentes piadosos, y delincuentesdesalmados. Poliías bonadososo y policías terribles. Puede haber incluso nazis buenos y nazis malos, en aquellos años veinte donde cada cual luchaba férreamente porsu vida y su supervivencia.
Se trata sin duda de una de las mejores novelas negras que he leído en los últimos años, con una trama policiaca vibrante y sin lostrucos típicos de la novela con adivinanza dond eel lector debe averiguar quién es el asesino. Aquí, ya lo sabemos. El problema es saber de parte de quién estamos.
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