El hechizado
El valimiento de Juan Everardo Nithard[editar]
Retrato del cardenal Juan Everardo Nithard, por Alonso del Arco (c. 1674).
La muerte de Felipe IV y la asunción de la regenciapor parte de Mariana de Austria hicieron que ésta se sintiese de repente sola en medio de la vorágine de acontecimientos que se sucedieron tras el fallecimiento de su marido. Centro de las miradas,blanco de las exaltaciones y de las críticas, la reina viuda requirió el apoyo de su fiel confesor, el padre jesuita Juan Everardo Nithard, que la había acompañado en 1649 a Madrid desde la corte deViena, y no sólo en su vertiente espiritual, sino en la controvertida vertiente política.
Así, el padre Nithard llegó a copar puestos de gran relevancia en la monarquía, actuando como un verdadero"valido" al ser casi la única persona en la que la reina regente depositó su plena confianza. Nithard logró recabar con su ascenso un gran número de odios tanto en los círculos políticos como en losreligiosos; y es que el padre jesuita no sólo entró a formar parte del Consejo de Estado en enero de 1666 sino que también alcanzó el puesto de Inquisidor General, la cúspide de la gran institución...
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