el hijo del elefante
Preguntaba a su alta tía, el avestruz, por qué le crecían las plumas de la cola, y su alta tía lo apartaba con un golpe de su larga pata. Preguntaba a su otra tía, también alta, la jirafa, cómo le habían salido las manchas en la piel, y su esbelta tía jirafa lo empujaba con su durísima pezuña.
Pero seguía lleno de su insaciablecuriosidad. Molestaba también con sus preguntas a su rechoncho tío el hipopótamo para saber por qué tenía los ojitos tan rojos, y su rechoncho tío lo pateaba con su enorme pata. Y preguntaba igualmente a su peludo tío, el mandril, por qué eran tan ricos los melones, y su peludo tío mandril le daba un coscorrón con su mano peluda.
Pero el elefante seguía lleno de su insaciable curiosidad. Hacíapreguntas de cuanto veía, oía, olía o tocaba.
Una espléndida mañana al comienzo del verano, el hijo del elefante hizo una pregunta que hasta entonces no había formulado: -¿Qué come el cocodrilo?
Su padre y su madre lo hicieron callar con un “¡Chist!”. Pero el elefante fue al encuentro del pájaro Kolokolo que estaba posado en la rama de un espino.
-Mi padre y mi madre me han castigado y tambiéntodos mis tíos- le dijo el elefante- por mi insaciable curiosidad; pero a pesar de todo quisiera saber qué come el cocodrilo.
El pájaro kolokolo le contestó con su voz quejumbrosa:
-Vete a las orillas del gran río Limpopo, que tiene las aguas verdosas y grises y corre entre los altos árboles, y allí lograrás saber lo que quieres.
A la mañana siguiente, el hijo del elefante tomó gran cantidad demelones para el viaje y se despidió de todos sus familiares.
-Adiós- les dijo-. Me voy hacia el gran río Limpopo, que tiene las aguas verdosas y grises y corre entre los árboles, para ver qué come el cocodrilo.
Y luego se puso en marcha. Iba comiendo melones y cuando caía la cáscara la dejaba en el camino.
Has de saber, hijo mío, que hasta aquel día el curioso hijo del elefante jamás había vistoun cocodrilo y no sabía cómo era.
Lo primero que encontró fue una serpiente boa de dos colores, enroscada en una rama.
-Perdone usted -le dijo el elefante con muy buenos modales-, ¿ha visto usted por estas regiones una cosa llamada cocodrilo?
A su vez, la serpiente boa de dos colores le preguntó:
-¿Y qué querrás saber luego?
-Perdone usted- le contestó el hijo del elefante-, ¿Podrá usteddecirme qué come el cocodrilo?
La serpiente boa de dos colores se desenroscó de la rama y le dio un empujón con la punta de su cola. Siguió entonces el elefante su camino, iba comiendo melones y cuando se le caía la cáscara la dejaba en el camino.
Por fin, tropezó con un tronco caído, junto a las aguas verdosas y grises del río Limpopo. Pero aquello, hijo mío, no era ni más ni menos que elcocodrilo, y el cocodrilo guiñó un ojo.
-Perdone usted -le dijo el elefante con muy buenos modales-, ¿ha visto usted por estas regiones una cosa llamada cocodrilo?
El cocodrilo hizo un guiño con el otro ojo y levantó un poco la cola que tenía hundida en el barro. El hijo del elefante se echó atrás rápidamente pues no quería que nadie volviera a golpearlo.
-Ven aquí, pequeñuelo- le dijo elcocodrilo-. ¿Por qué preguntas eso?
-Perdone usted -le dijo el elefante con muy buenos modales-, pero mi padre, mi madre, mis tías el avestruz y la jirafa, mis tíos el hipopótamo y el mandril, y también la serpiente boa de dos colores, me han pegado por mi insaciable curiosidad. Por eso, no quisiera recibir más azotes.
-Ven aquí, pequeñuelo- le dijo el cocodrilo-, pues el cocodrilo soy yo-.
Empezó...
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