El Hombre Como El Hombre
De la condición natural del Género Humano, en lo que concierne a su Felicidad y su Miseria
La naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en las facultades del cuerpo y delespíritu que, si bien un hombre es, a veces, evidentemente, más fuerte de cuerpo o más sagazde entendimiento que otro, cuando se considera en conjunto, la diferencia entre hombre yhombre noes tan importante que uno pueda reclamar, a base de ella, para sí mismo, unbeneficio cualquiera al que otro no pueda aspirar como él. En efecto, por lo que respecta a lafuerza corporal, el más débil tiene bastante fuerza para matar al más fuerte, ya sea mediantesecretas maquinaciones o confederándose con otro que se halle en el mismo peligro que él seencuentra.En cuanto a las facultades mentales() yo encuentro aún una igualdad más grande,entre los hombres que en lo referente a la fuerza. Porque la prudencia no es sino experiencia,cosa que todos los hombres alcanzan por igual, en tiempos iguales, y en aquellas cosas a lascuales se consagran por igual. () Tal es, en efecto, la naturaleza de los hombres que, si bienreconocen que otros son más sagaces, más elocuentes o más cultos,difícilmente llegan a creerque haya muchos tan sabios como ellos mismos, ya que cada uno ve su propio talento a lamano, y el de los demás hombres a distancia. Pero esto es lo que mejor prueba que loshombres son, en este punto, más bien iguales que desiguales. No hay, en efecto y de ordinario,un signo más claro de distribución igual de una cosa, que el hecho de que cada hombre estésatisfecho con la porción quele corresponde.De esta igualdad en cuanto a la capacidad se deriva la igualdad de esperanza respecto ala consecución de nuestros fines. Esta es la causa de que si dos hombres desean la misma cosa,y en modo alguno pueden disfrutarla ambos, se vuelven enemigos, y en el camino queconduce al fin (que es, principalmente, su propia conservación y, a veces, su delectación tansolo) tratan de aniquilarseo sojuzgarse uno a otro. De aquí que un agresor no teme otra cosaque el poder singular de otro hombre; si alguien planta, siembra o construye un lugarconveniente, cabe probablemente esperar que vengan otros, con sus fuerzas unidas, paradesposeerlo y privarlo, no solo del fruto de su trabajo, sino también de su vida o de su libertad.Y el invasor, a su vez, se encuentra en el mismo peligro conrespecto a otros.()Con todo ello manifiesto que, durante el tiempo en que los hombres viven sin podercomún que los atemorice todos, se hallan en la condición o estado que se denomina guerra,una guerra tal que es la de todos contra todos. Porque la guerra no consiste solamente enbatallar, en el acto de luchar, sino que se da durante el lapso de tiempo en que la voluntad deluchar se manifiesta de modosuficiente. () En una situación semejante, no existeoportunidad para la industria, ya que su fruto es incierto,; por consiguiente, no hay cultivo dela tierra, ni navegación, ni uso de los artículos que puedan ser importados por mar,niconstrucciones confortables, ni instrumentos para mover y remover las cosas que requierenmucha fuerza, ni conocimiento de la faz de la tierra, ni cómputo del tiempo,ni artes, ni letras,ni sociedad; y lo que es peor de todo, existe continuo temor y peligro de muerte violenta; y lavida del hombre es solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve () Las pasiones que inclinan alos hombres a la paz son el temor a la muerte, el deseo de las cosas que son necesarias parauna vida confortable y la esperanza de obtenerlas por medio del trabajo. La razón sugiereadecuadasnormas de paz a las cuales pueden llegar los hombres por mutuo consenso.
Hobbes, Thomas. Leviathan o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil.
La ética de los sentimientos de David Hume
David Hume (1711-1776) cambiará la perspectiva de la moral, haciéndola subjetivista. Hume señaló que una acción es buena o mala no porque exista el bien o el mal en la realidad...
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