el hombre de cafe
EL HOMBRE DE CAFÉ
HOSPITAL SAN CARLOS, Puebla.
Dr. Luis Casal Valencia.
Caso clínico GP.-657
(Enfermedad sin antecedentes ni tratamiento)
Diario medico.
17 de Abril de 1997
Realizaba mi residencia como medico internista en el Hospital San Carlos de la Ciudad de Puebla. En aquel entonces fui nombrado jefe de la sección 2 del ala sur del hospital. Ahí recibía en el horario deguardia un sin fin de emergencias en el período de mayor transito hospitalario, las 3:00 AM. A dos cuadras había una gran discoteca que se hacia llamar EL CLON DE NAPOLEON, la cual fue construida en la transitada avenida de las Mansiones, cerca de una zona de alta alcurnia. Dicho establecimiento, por haber sido edificado en un área residencial, provocaba las molestias de los vecinos; Ruido,multitudes, falta de estacionamiento y principalmente, peleas callejeras de borrachos trasnochados. Esos pleitos no siempre eran espontáneos eventos boxísticos en la acera, también llegaban a ser feroces contiendas donde salían a relucir las mejores cuchillas de la ciudad. Una noche se dio el caso de un joven que, empujando por otro, en medio de una riña recibió un corte en la muñeca izquierda a laaltura de la vena. La efervescencia del pleito provoco la movilización de los sistemas de seguridad interna del establecimiento y el accidentado hombre fue sacado a la calle para que se desangrara en la banqueta. Un hombre que salía de ahí con algunos amigos lo vio tirado en medio de una gran charco de sangre, sin pensarlo solicito la ayuda al 911. Al mismo tiempo un mesero de aquel antro, que anteshabía sido paramédico de ambulancias, lo estabilizo con dos servilletas de tela en el brazo lesionado y le recostó la cabeza en su propio saco hasta que el auxilio finalmente llegó. En menos de 8 minutos y gracias a la cercanía con el hospital, la ambulancia arribo para atender la emergencia oportunamente. Al ingresar al área de urgencias los médicos se dieron cuenta que aquel hombre ya habíaperdido mucha sangre. Fue muy difícil canalizarlo, sus signos vitales eran débiles pero finalmente y con muchos esfuerzos se logro estabilizar muy entrada la madrugada. Después de aquel evento, un manto de tranquilidad invadió la noche hasta el amanecer. A la mañana siguiente, durante mi recorrido de turno, visitando el área de urgencias, un peculiar aroma llamo mi atención. Era un penetrante olor acafé. Me quede inmóvil por unos segundos aspirando aquel extraño, y al mismo tiempo agradable olor que flotaba en el ambiente. Durante mis años en la facultad de medicina tan solo fue el café lo único capaz de permitirme soportar aquellos largos períodos nocturnos repasando apuntes y libros para aplicar los difíciles exámenes de fin de semestre. Sin embargo al consumir mas de 8 tazas de café aldía, por 7 años sin descanso, finalmente terminas por volverte adicto; Yo como es lógico, era adicto a el café. Coloque mi carpeta de ruta critica bajo el brazo y me dispuse a entrar a la pequeña intendencia para médicos de guardia donde humeaba en sus opacidades una gran cafetera vieja, sin embargo decidí seguir el camino de aquel otro aroma. Recorrí las camas de los primeros 3 módulos hasta que elolor fue haciéndose aun mas penetrante. El clímax del mismo me llevo hasta una camilla donde, recostado, permanecía un sujeto al parecer universitario. Lucia unas gruesas gafas con el armazón negro y los vidrios sucios. Su cabello parecía haber sido escarmenado por un cepillo de esos que sirven para quitar la pintura vieja de las paredes. El brazo Izquierdo estaba vendado a la altura de lamuñeca, lo cual me hizo suponer que se trataba de un suicida de esos que por amor regalan hasta la vida. Sus facciones eran finas y su vestimenta también; aunque aquel atuendo se encontraba manchada por una sangre que no guardaba el tradicional color carmesí de las plaquetas al contacto con la luz, era mas bien sangre… NEGRA. Jamás había visto manchas de aquel color en un individuo. Sangre negra y...
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