El hombre en busca del sentido

Cuando leí por primera vez éste libro, al hojear superficialmente las primeras páginas, hubo en mí la impresión de que no se trataba de otra cosa que otro relato acerca de los campos de concentración nazi, acerca de las bestialidades que acontecían en su interior, de los malos tratos de los cerriles guardias SS, de las condiciones infrahumanas de sus convictos sin culpa ni sentencia, de lo quetanto se ha escrito, de lo que dicen que ha sido inventado de la mente retorcida de algunos, de lo que muchos han escuchado.
Yo soy de la idea de que, quienes no tienen presente su pasado lo repetirán en el futuro, es por eso que tomé la decisión de leerlo de principio a fin, previo una purga de prejuicios relacionados a los demás textos que había leído previamente con relación a éste periodohistórico.
Me parece sumamente importante concatenar dos relatos, dentro del mismo contexto, en los cuales tiene mucho que ver el nihilismo involuntario del que son presas las personas que, en su momento, fueron conducidas a los campos de concentración. El primero de ellos, el cual me apasionó durante mi estancia en la escuela secundaria, es un capítulo del best seller “Los Hornos de Hitler”de Olga Lengyel, para ser preciso es el primer capítulo titulado “8 caballos… o 96 hombres mujeres y niños”, el segundo fue precisamente una frase de “El hombre en busca del sentido”: << Yo era un prisionero más, el número 119.104…>> (Frankl pag.21).
Cuando hablo del nihilismo involuntario, me refiero precisamente a la connotación de éstas frases, no al nihilismo per sé. Merefiero a la cosificación de los seres humanos en éste sentido y, lo peor de todo esto, es la significación arrebatada de un ser humano por otro, lo cual, desde mi punto de vista, es una muestra muy grande de lo que puede llegar a ser la miseria humana, no en el sentido meramente material, si no en cuanto al sentido de humanidad en sí.
Ésta obra está llena de diversos relatos, de experiencias que acualquier ser humano le parecerían sacadas de los más perversos sueños o historias de terror, sin embargo, Viktor Frankl logra rescatar todo esto para darle un sentido a algo que aparentemente no lo tiene, lo cual me parece una genialidad del autor tomando en cuenta el título de la obra.
De manera personal, desde hace algún tiempo, yo había tomado una frase de éste libro como parte de mifilosofía de vida, si le puedo llamar así. La frase aparece varias veces en puntos muy específicos de la lectura, el autor de la frase, Friedrich Nietzsche, al que considero uno de los más grandes filósofos, establece una de las bases más importantes para que éste libro surgiera y para establecer la premisa que en él se marcan: “quien tiene un por qué para vivir, puede soportar casi cualquiercómo”.
Bajo la premisa de ésta frase, Viktor Frankl desarrolla las bases de la logoterapia, lo cual establece una visión del futuro que se espera, los sentidos que va adquiriendo la vida, los cometidos, etc. Frankl supo lo que en su momento representó para él haber perdido todo, supo del saberse sólo, de saberse despojado de cualquier vínculo que le significara una relación con su pasado, y,textualmente, <<…lo único que poseíamos: nuestra existencia desnuda. >> (Íbid. 34), lo cual hasta cierto punto es paradójico. La paradoja se encuentra precisamente en el relato del autor, quien, a pesar de todo lo que pasó, a pesar de la incertidumbre de saber si su esposa seguía viva, si su familia habría sido asesinada en los lúgubres campos de concentración, si él mismo podríasobrevivir al holocausto, se aferró a la vida, sin importar lo que viniera.
En su papel como psiquiatra se encargaba de la higiene mental de otros presos, dando apoyo, psicológico, moral y en ocasiones hasta espiritual, no obstante su formación, es por ello que muy a pesar de su propia situación, no se arrojaba a los brazos de la desesperanza, se aferró a algo más allá de su comprensión en ese...