el hombre en pie
Del libro Triunfo, de M. Quoist (Ed. Estela)
El sueño del hombre consiste en la consecución del señorío absoluto de su existencia. Tiene razón, ya que su superioridad sobre el animal reside en poder mirarse, mirar el mundo, juzgar y dirigir su vida según las normas de su ideal. Pero muchos hombres que se creen maestros de su obrar son realmente, en mayor o menor escala,esclavos de su cuerpo y de su sensibilidad. No lograron establecer y mantener sólidamente la jerarquía de sus valores. 0 no son clarividentes o cuentan únicamente con sus propias fuerzas para vivir “de pie”.
Sicológicamente, pocos hombres están normalmente «formados». Pocos hombres han ordenado y puesto en el lugar que les corresponde los diferentes compartimientos de su ser. Pocos hombresestán perfectamente equilibrados: o no se les ha ayudado a formarse (educación), o ellos no se han formado jamás a sí mismos (esfuerzos del adolescente y del hombre maduro), o se han malogrado o les han malogrado los otros, las cosas, las estructuras, la vida... Pocos hombres merecen el nombre de hombre.
El hombre debidamente formado tiene tres compartimientos1:
en el tercero, loespiritual,
en el segundo, lo sensible,
en el primero, lo físico.
Los tres «compartimientos» se sostienen, se comunican, reaccionan unos en otros, pero su jerarquía ha de ser respetada; lo físico está abajo, es el menos noble; lo espiritual está arriba, es el más bello. Si no se mantiene el orden de los valores, la formación es equivocada, el hombre se hunde.
Algunos hombres caminancabeza abajo. Esto no puede ser, el hombre no está hecho para andar así.
Tú caminas cabeza abajo cuando lo físico (tu cuerpo) toma la preeminencia y manda. Es la sensualidad en cualquiera de sus aspectos. Es también, acaso, la enfermedad que apabulla, cuando podría ser dominada y ofrecida. Si es tu cuerpo quien decide y ordena, y eres tú quien le obedece, su peso aplastará en ti todo lo demás.Tu sensibilidad se embotará, tu espíritu se ahogará y se volverá anémico.
¿Ha tomado tu cuerpo las riendas del poder completa y definitivamente? Acaso no; pero si te estudias lealmente, quedarás sorprendido, en más de una ocasión, advirtiendo que andas cabeza abajo: esta gula que no puedes resistir, este dulce, este vaso de vino; esta molicie corporal que por la mañana se resiste a que televantes o una vez levantado ya descarta todo esfuerzo; esta sensación rebuscada y saboreada sin otra finalidad que tu propia satisfacción; este placer sexual deseado por sí mismo. ¡Vamos, en pie, sé hombre!
Algunas personas andan arrastrándose; en ellas manda lo sensible.
Tu sensibilidad es dueña en ti cuando un afecto se convierte en una pasión y burlando el dictado de la razón, te hace«perder la cabeza». Si la sensibilidad domina, paraliza también el espíritu, lo lleva a remolque, no puede juzgar con rectitud ni obrar con libertad.
¿No has llegado a ser irremediablemente esclavo de tu sensibilidad? Tal vez no, pero ¿no gobierna en ti con harta frecuencia?
Crees que esta persona tiene razón, porque la amas con amor sensible; que la otra no la tiene porque no «puedes aguantarla».Trabajas con alguno de tus profesores porque te es simpático; no haces nada con otro porque «no puedes aguantarle».
Te desvives mucho más por uno que por otro, te entregas mucho más a éste que a aquél a porque tu amor es un amor sensible: con fulano, trabajas a gusto en equipo porque por él «irías al fin del mundo», pero con su amigo no podrías colaborar.
«Tienes la negra», no eres ya capazde nada porque un reproche te ha lastimado, una sonrisa irónica te ha afligido, una mano te ha sido negada.
No tienes ánimo para luchar porque nadie advierte tu esfuerzo, porque no halla «consuelo» tu sensibilidad hambrienta.
Rezas hoy porque estás «en forma» y estás en forma porque recibiste una carta agradable, porque tu amigo tuvo para ti un gesto delicado, porque te ha emocionado el...
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