el hombre mediocre

Páginas: 13 (3228 palabras) Publicado: 14 de noviembre de 2014
CAPITULO V

LA PASION DE LOS MEDIOCRES

El que la envidia se rebaja sin saberlo se confiesa subalterno; esta pasion es el estigma psicologico de una humillante inferioridad, sentida, reconocida no basta ser inferior para envidiar pues todo hombre lo es de alguien en algun sentido; es necesario sufrir del bien ajeno, de la dicha ajena, de cualquier culminacion ajena.

Es pasion traidora ypropiciadora a las hipocresías. es al odio como la ganzúa a la espalda; la emplean los que no pueden competir con los envidiados. en los ímpetus del odio puede palpitar el gesto de la garra que en un desesperado estremecimiento destroza y aniquila. la envidia alcanza a los hombres mas famosos por su carácter y por su virtud. el odio no es desarmado por la buena o la mala fortuna; la envidia si, unsol que ilumina perpendicularmente desde el mas alto punto en los cielos reduce a nada o a muy poco la sombra de los objetos que estan debajo. la emulación es siempre noble el odio mismo puede serlo algunas veces. la envidia es una cobardia propia de los debiles, un odio impotente, una incapacidad manifiesta de competir o de odiar.
El que escucha ecos de voces profeticas al leer los escritos delos grandes pensadores; el que siente grabarse en su corazon, con caracteres profundos como cicatrizes, su clamor visionario y divino; el que se extasia contemplando las supremas creaciones plasticas y se entrega a la vida que palpita en ellas.

LA PSICOLOGIA DE LOS ENVIDIOSOS
El envidioso pertenece a una especie de moral raquitica, mezquina,digna de compasión o de desprecio. sin coraje para serasesino se resigna a ser vil. rebaja a los otros desesperado de la propia elevación.
El envidioso activo posee una elocuencia intrepida, disimulando con niagaras de palabras su estupidez de ideas pretende sondar los abismos del espiritu ajeno sin haber podido nunca desenredar el propio. parece tener mil lenguas, como el clasico monstruo rabelasiano. la ineptitud para satisfacer un deseo o hartarun apetito determina esta pasion que hace sufrir del bien ajeno. La envidia femenina suele ser afiligranada y perversa, la mujer da un arañazo con una afilada y lustroza, muerde con dientecillos orificados, estruja con dedos palidos y finos. toda maledicencia le parece escasa para traducir su despecho; en ella debio pensar apeles cuando represento a la envidia guiando con la mano felina a lacalumnia. La dicha de los fecundos martiriza a los eunucos vertiendo en su corazon gotas de hielque los amargan por toda la existencia; este dolor es la gloria involuntaria de los otros, la sancion mas indestructible de su talento en la accion o el pensar.

LOS ROEDORES DE LA GLORIA

El que tiene meritos, sabe lo que le cuestan y los respeta, estima en los demas lo que desearia que se le estimaraen si mismo, el mediocre ignora esta admiración abierta muchas veces se resigna a aceptar el triunfo que desborda las restricciones de su envidia. pero aceptar no es amar.

Saben que cada paso hacia la gloria ha costado trabajos, vigilias, meditaciones y comprenden que acaso han consumido su organismo. Todo escritor mediocre es candidato a citicastro la incapacidad de crear le empuja a destruir.Su falta de inspiración le induce a rumiar el talento ajeno, empañandolo con especiosidades que denuncian su irreparable ultimidad. La obra es una ocacion para exhibir las ideas propias. el verdadero critico enriquece las obras que estudia y en todo lo que toca deja un rastro de su personalidad. Las mujeres feas demostraran que la belleza es

repulsiva y las viejas sostendran que la juventudes insensata; vengaran su desgracia en el amor diciendo que la castidad es suprema entre todas las virtudes, cuando ya en vano se harian viltroteras para favorecer la propia a los transeúntes.El silencio del autor mata al postulante; su indifrencia lo asfixia. algunas veces supone que le han tomado en cuenta y que se advierte su presencia: sueña que le han nombrado, aludido, refutado, injuriado....
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