El Hombre Un Ser Religado
El materialismo filosófico distingue cuatro tipos de relaciones de religación:
* Religación cultural, comorelación constitutiva de los sujetos humanos respecto de realidades culturales extrasomáticas, es decir, de entidades humanas, fabricadas por elhombre, pero impersonales, y al margen de las cuáles el sujeto no podría haber llegado a ser humano («el palo, el garrote, hizo al hombre»).
* Religación personal humana, como relación constitutiva de los sujetos humanos con otros sujetos humanos: elindividuo humano está religado a otros sujetos sin los cuales no puede existir como tal sujeto («no hay yo sin tú»).
* Religación cósmica, como la relación constitutiva de los sujetos humanos con entes impersonales y no humanos, es decir, con los entes llamados «naturales»: el sujeto humano no puede concebirse como si fuera el «hombre volante» que Avicena ideó para subrayar laespiritualidad sustancial de los sujetos humanos.
* Religación religiosa, como la relación de los sujetos humanos con otros sujetos no humanos pero personiformes, como puedan serlo, por ejemplo, los animales numinosos.
La religión se define, dentro del materialismo filosófico, como la religación de cuarto género (que no se reduce a la supuesta religación con el Dios del monoteísmo).
Como las relaciones dereligación se sitúan en el espacio antropológico, cada género de religación corresponderá a un eje del espacio antropológico: la religación cultural y cósmica van referidas al eje radial, la religación personal corresponde al eje circular y la religación religiosa al eje angular.
Religación cultural
Primer género de religación inmanente. Comprende la religación de la vida humana a loscontenidos culturales, que, por haber sido configurados por la actividad de los hombres puedan, al menos por su génesis, ser considerados como inmanentes en la propia vida humana. El «sentido de la vida» se definirá ahora por la religación del hombre a la cultura, a sus obras. La cultura, a fin de cuentas, puede considerarse como una secularización de la idea de la Gracia de Dios. La vida humana, sedirá, alcanza su sentido en función de sus obras, y no en función de su mero fluir. De algún modo, cabría decir, jugando con el texto evangélico, que para la religación del primer género «la vida humana se hace para el sábado y no el sábado para la vida humana». En fórmula de Simmel, la vida tiene sentido porque es «más que vida», porque el sentido de la vida humana es la creación cultural: navigarenecesse est, vivere non est neccese, es la divisa que podría servir de emblema a esta primera acepción o género de religación. El vivir, según esto, será la raíz o sujeto (ε) de todo ulterior sentido, pero no será su justificación. Incluso la fórmula primum vivere deinde philosophare (tomando philosophare como sinécdoque de la «cultura humana») sólo será verdad a medias, cuando primum se...
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