El hombre y la religión

EL HOMBRE


Y LA





RELIGIÓN















0. INTRODUCCIÓN
El hecho religioso ha estado siempre estrechamente relacionado con el estudio humano y la razón principal y más sencilla es que las religiones han estado presentes en todas las etapas de la historia humana, mezclándose en todos los aspectos de la sociedad.
Avanzar en elconocimiento del fenómeno humano exige incorporar a su estudio una serie de hechos históricos a los que los estudiosos occidentales designan “religión”.
Las explicaciones que encontramos de este hecho son muy variadas, desde los pensadores creyentes que ven como la creación del hombre por Dios desencadena una historia religiosa y de salvación hasta las de aquellos críticos que ven la historia delas religiones como una creación del hombre, reflejo de sus preocupaciones y preguntas, pero fundamentalmente de sus miedos e ignorancias.
Hoy por hoy podemos decir que la historia de las religiones confirma que las religiones son un producto del hombre, pues todas aparecen como construcciones simbólicas, es decir, todos vienen a reflejar la mentalidad y cultura de quienes las han producido.Los muchos sistemas que componen el fenómeno no religioso deben reflejar la condición humana que la emparenta con el “Misterio” y con el que sólo pueden entrar en contacto reflejándola en las realidades del mundo, convertidas en hierofanías.
El parentesco que se establece entre el hombre con lo divino es la razón última del estrecho parentesco entre el fenómeno religioso y el fenómeno humano y laexplicación de lo mucho que pueden aportar las ciencias de las religiones al conocimiento del fenómeno humano.
De ahí que hechos que parecen poner en tela de juicio el enraizamiento de la religión en la condición humana y ese homo religiosus estén presentes en el desarrollo de este trabajo tratando de responder al desafío que supone para las religiones.
1. DIOS EN LA HISTORIA DE LAS RELIGIONESEl tema “Dios en la historia de las religiones” puede ser abordado desde diferentes perspectivas, sin embargo Juan Martín Velasco opta por tener en cuenta los condicionamientos subjetivos que comporta el tratamiento “científico” del tema y llevar al mismo algunas de las preguntas, reacciones, expectativas que el problema de Dios comporta para las personas situadas de manera más o menos crítica enla tradición influida por el cristianismo.
“Dios” es un signo lingüístico de nuestro lenguaje bastante desgastado en el mundo moderno occidental, desgaste que radica en la pérdida de vigencia social y al que el proceso de secularización ha dejado reducido al terreno de la conciencia religiosa vivida privadamente. Este vacío significativo tiene sobre todo su raíz en el género de vida“intrascendente”, pudiendo hacer también alusión a la negativa influencia que ha tenido el término “Dios” por parte de los creyentes para designar con ese nombre caricaturas e incluso perversiones de lo divino.
Para muchos autores el término “Dios” da testimonio de la presencia universal y constante de esa realidad q la que con referimos con el término “Dios” y por otro lado es un signo lingüístico con tantossignificados que resulta difícil establecer una definición unívoca de su contenido significativo. Pese a toda la variedad de nombres que hay, se observan rasgos comunes de la experiencia humana y las situaciones históricas y culturales en que ésta ha sido vivida. Sea cual se la etimología de cada uno de los nombres, todos los textos, nos remiten a una experiencia común que permite aproximarse alsignificado de la realidad a la que con esos nombres se refieren.
Con el término “Misterio” designamos al conjunto de elementos comunes a la mayor parte de las representaciones de la divinidad que configuran una realidad manifestada al hombre como escondida, a la que representan los símbolos, invoca con los nombres y describe con los conceptos propios de cada tradición religiosa y teológica....