El hombre
Bastas explicaciones sobre la naturaleza del hombre han sido propagadas a través de las mentes del mismo. Mentes que cuyas costumbres lo han moldeado de modo que este busque no más allá de lo que se le es proporcionado desde antes de su ingreso a este mundo real, si es que se le puede denominar como tal. Es nada sorprendente entonces que el interés por buscarle sentidomás profundo a lo que es ya tan común, que ha llegado a carecer de la cualidad de asombro, lo que el hombre es y lo que el mismo significa, se haya vuelto más escaso y reducido solo a las opiniones, y aportaciones dudosas y defectuosas de uno u otro ángulo de esta multidimensional realidad. Y no solo esto, las aportaciones concuerdan poco entre si, y dejan demasiado espacio para la suspicacia.Un elemento en que suelen concordar es en que al hablar del hombre se considera a un animal dotado de razón. Elemento nada en si sencillo, sino todo lo contrario, pero que es cualidad característica del ser humano. Es esta razón la que otros considerasen su alma. La parte inmaterial del ser. La material por consiguiente tratándose de la cápsula que en si contiene a aquello que no tienelímite tangible y la cual compuesta está de todas aquellas maravillosas e imprescindibles partes. Tantas como hay estrellas en el universo. Pero a pesar de su magnánima y sorprendente estructura y su impecable funcionamiento, es más interesante y característico su lado inmaterial. El alma, pudiese considerarse casi angélica. Divina incluso, pero a cambio de aceptar la propuesta no poco conocida de lareligión, más concretamente del catolicismo. Antagonista feroz de la ciencia. Propuesta no solo aceptada pero también potente sobre el origen del hombre, y las explicaciones del mismo. Pero, ¿ciegamente he de creer aquello de que Dios nos ha hecho a su imagen y semejanza? ¿Nuestra inteligencia es un reflejo de su absoluta sabiduría? ¿Nuestra inmortal alma, como la suya? Quizá. Mi mentalidad nopermite más que una superficial consideración del asunto. Su explicación no es completa, espacios carecen de contenido y de credibilidad.
Entonces se acumulan los conceptos, las características, los detalles y las dudas. Se divorcian las propuestas, y cae el ente en miles de pedazos distintos. Pero la pregunta persiste… ¿qué es el hombre? Pregunta que podría ser contestada por cada uno de maneraindividual, pero a cambio de ignorar la realidad que es una ajena al hombre y a las realidades correspondientes a cada uno. Sí, el hombre es su cuerpo, y su razón, pero reducirlo a facultades o capacidades equivale a negar la unicidad de su ser. Fijándose entonces en su contexto, en su materia, en su esencia, el hombre es la relación activa entre si mismo, los demás hombres, y su naturaleza.El hombre no puede ser sin su cuerpo, así como no puede ser sin su razón. Pues estos se complementan de modo que el cuerpo participa de las emociones del espíritu, aquella esencia estudiada por la metafísica. Esto en cuanto a si mismo, en relación con otros humanos es un complemento activo y directo, puesto que sus acciones y reacciones detonan consecuencias ajenas a si mismo. El simple pensaren si mismo, el pensar en cambiarse a si mismo, lo altera, lo perturba de modo que se lleva a cabo un cambio inmediato. Una reacción a dicha acción. No es difícil contemplar que el todo para un hombre; el todo sobre el hombre pudiese ser si mismo. Pero también es imprescindible colocarle en su posición correspondiente a un todo, y observarle desde este que es externo y ajeno al individuo, puestoque desde aquel ángulo, desde las alturas inalcanzables para el hombre pero sin duda existentes, este es solo un complemento más, una estructura más de este sistema evolutivo llamado realidad. El universo para el hombre, y el hombre para el universo. Dentro de dichos complementos es notoria su gran diferenciación. El hombre, el cuerpo, el alma, sus relaciones, sus decisiones, sus virtudes y...
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