El hombrecito de mazapán
Corred, corred sin parar.
¡Soy el hombrede mazapán
y no me vais a alcanzar!
La viejecita y el viejecito corrieron cuanto pudieron, pero no lograron atraparlo.El hombrecito de mazapán siguió corriendo y se encontró con una vaca que pacíaen un prado.-¡Espera! -dijo la vaca-. Me gustaría comerte.El hombrecito de mazapán se rió y dijo:
De un viejecito y una viejecita me libré.
¡También de ti me burlaré!
Corre, corre sin parar. ¡Soy el hombre de mazapán
y no me vas a alcanzar!
Y la vaca no logró atraparlo.El hombrecito de mazapán siguió corriendo y se encontró con un caballo que comía heno. El caballo pensó: «¡Hum, quéhombrecito de mazapán tan apetitoso!».- Espera, por favor -dijo el caballo.Pero el hombrecito de mazapán, en vez de hacerle caso, siguió corriendo y le dijo:
De un viejecito y una viejecita
y de unavaca me libré.
¡También de ti me burlaré!
Corre, corre sin parar.
¡Soy el hombre de mazapán
y no me vas a alcanzar!
El caballo lo persiguió, pero no logró atraparlo.Al poco tiempo, elhombrecito de mazapán pasó corriendo delante de unos niños que jugaban en el parque y que tenían mucha hambre.-¡Espera! -gritaron los niños-. Queremos comerte.Pero el hombrecito de mazapán no se detuvo....
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