El homicidio
Era una noche fría lluviosa. Rupert Chadmore caminaba pasivamente por las calles de Londres. Rupert era un hombre que mirándole a los ojos se podía verprosperidad y dinero sin duda. El era uno de los hombres mas ricos y refinados de toda la ciudad. Caminaba despacio y con la barbilla en alto, ese era un gesto que lo distinguía.El iba demasiado distraído como para poder comprobar hacia donde se dirigía. En ese mismísimo instante se dirigía al callejón más famoso de la ciudad.
Ese horrendo lugarhabía sido el testigo de robos y asesinatos. Ese era el famoso callejón Dead. Una vez dentro de este no se veía un atisbo de luz salvo por un pequeño foco de luz que no era masque una pequeña lámpara de 20 volts que había puesto la policía luego de un asesinato que se había producido gracias a la penosa oscuridad.
Pero Rupert Chadmore salió igualde ileso de cuando había entrado. Empezaba a llover así que Rupert levantó la mano con intencion de detener a un taxista. No pasó mucho tiempo hasta que un taxi paroexactamente en frente de este distinguido señor.
Pero el señor Chadmore no era iluso. Algo despertaba una gran intriga en el. Ese taxi tenía una tenebrosa apariencia. Era como sisus instintos le gritaran: “¡Sal de ahí¡”. Eso es justamente lo que pensaba hacer pero simultáneamente, cuando el movió un pie con su lujoso zapato de cuero recién lustrado,un trueno ensordecedor lo hizo cambiar de parecer y abordo rápidamente ese escalofriante vehículo.
Lamentablemente, Rupert no era demasiado observador, sino se hubiera dadocuenta de que el taxi que había escogido no tenia numero de patente ni la identificación que cada taxi debería tener.
Esa fue la ultima vez que alguien vio a Rupert.
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