El hotel

Acababamos de llegar al hotel que seria nuestro lugar de descanso por los proximos tres dias. Despues de pplanearlo por semanas , por fin me anime a salir de viaje con mis hijos. Mi esposo se habíaquedado en casa por su trabajo, y además para cuidar la casa, ya que en esos días las cosas se habían puesto peligrosas en la colonia en la que vivíamos. Era un lugar peque;o podría decirse, con muypoca personalidad, y por esto me refiero a que carecia de adornos en las paredes, sin embargo eran 3 pisos que tenían cuartos numerados con letreros numerados con dorados números que daban un toqueelegante a los mismos. Nuestro cuarto era el 345, lo cual indicaba que estaba en el tercer piso con una ventana que daba a la ciudad. NO se encontraba cerca de la misma,por lo cual la noche erasumamente económica. Llevabamos unas 5 maletas y varias mochilas peque;as, no tengo idea de porque siempre me ha gustado viajar conmucho, y afortunadamente , nunca falta nada, y como mis hijos siempre vanconmigo, no es problema distribuir la carga entre todos y hacerla de fácil de transportar. MI hijo mayor tiene 18 a;os , esta a punto de entrar a la universidad, y mi hija menor tiene 15, y esta a puntode entrar a preparatoria. Son los mejores hijos que puede alguien tener, y no digo esto solo porque sea su madre. Mientras caminamos por los pasillos del hotel me pierdo en mis pensamientos ya quenadie de nosotros ha dicho una sola palabra desde la entrada. NO se exactamente la razón de este viaje tan relativamente espontaneo, digo quería salir de la ciudad, estábamos cambiando de estilo de vidaal instalar un nuevo negocio en nuestra casa, y sinceramente la planificación del negocio familiar me tenia completamente asfixiada, asi que el viaje era como un ligero respiro que me dabaoportunidad de tomar después de lo pesado de la semana pasada. Subimos las ultimas escaleras y revisamos la numeración, nuestra ahabitacion debería encontrarse masomenos en medio del pasillo. Caminamos un...