El ideal onirico

El Ideal Onírico en la Formación Humana
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Flores Rodríguez Jesús Ángel
Ortega Mérida Raquel Anahí
-Grupo 1104-

No podemos permitirnos ser ingenuos al tratar de los sueños. Se originan en un espíritu que no es totalmente humano sino más bien una bocanada de naturaleza, un espíritu de diosas bellas y generosas pero tambiéncrueles.
Jung

RESUMEN:
Los sueños se nos presentan no solamente como indicadores de un trasfondo inconsciente “reprimido”, como pautas liberadoras de deseos, fobias o procesos neuropatológicos, sino también como una alternativa de apertura a la vida de -lo consciente-, a la trans-formación del Ser, su identidad y consecuentemente, en su relación con los otros.
PALABRAS CLAVE: Sueños, Símbolo,Trans-formación

El estudio de los sueños, formalmente hablando, es reciente: Freud fue el primero, en términos científicos, en esbozar y formular una teoría, a manera empírica, sobre el “material onírico” y su relación estrecha con el inconsciente. Sin embargo esta categoría, según él, es la instancia psíquica en la cual son desterrados todos los contenidos “reprimidos” por ser incompatiblescon la conciencia, especialmente por su carácter inmoral o inadecuado a las exigencias éticas, culturales o individuales y cuya principal expresión son las “pulsiones sexuales” nacidas desde la infancia.

El aspecto sexual, como explicación en la teoría freudiana del inconsciente, podría considerarse limitante en el sentido que, deja de lado las expresiones de la identidad colectiva ycultural, como son: la mito-logía, lo religioso, la representación popular, el folklore, las leyendas, etc. En este punto, Ricoeur señala que:

“… [la] palabra -sueño- no es una palabra que cierre, sino una palabra que abre. No se cierra sobre un fenómeno un tanto marginal de la vida psicológica, sobre el fantasma de nuestras noches, sobre lo onírico. Se abre a todos los productos psíquicos encuanto son análogos del sueño, en la locura y en la cultura, cualesquiera que sean el grado y principio de ese parentesco…”


Este sentido de apertura en la palabra del sueño, (complementado con lo imaginario) es compartido por Eliade, cuando dice que “… cuanto más despierta se halle una conciencia, más supera su propia historicidad…”, haciendo referencia a la posibilidad de percibirse en distintastemporalidades (hacia un
re-conocimiento de sí), que se hace factible a través de la regresión y consideración de las formas arcaico-simbólicas. En este punto, lo simbólico pasa a ser de vital importancia, si consideramos que es el medio, o más precisamente, el lenguaje de los sueños.


Empecemos por aclarar este punto entre símbolos y sueños, que si bien uno no es consecuencia del otro, yviceversa, comparten o viven una misma atmósfera: lo oculto, lo evasivo y lo incierto. Dicha afirmación se fundamenta en el hecho de que “… nuestra psique es parte de la naturaleza y su enigma es ilimitado. Por tanto, no podemos definir ni la psique ni la naturaleza. Solo podemos afirmar qué creemos que son y describir, lo mejor que podamos, cómo funcionan.” A pesar del origen del símbolo a causade dicha limitación (tanto en el aspecto consciente como en el inconsciente), esta, paradójicamente traza el camino de su apertura, es decir, lo que a primera instancia se nos muestra como sombrío o velado, termina por configurar la máxima expresión formativa de -lo humano-: la identidad colectiva.

Al respecto Eliade señala “…que estos [mitos] y estos símbolos no son, […] sino creaciones deun complejo cultural perfectamente delimitado, elaborado y transportado por ciertas sociedades humanas...”, dejando ver así que la construcción mítica, impregnada y fraternizada inevitablemente de términos simbólicos, es la interpretación y mas prontamente la figuración de la realidad que vive en y a través del hombre; es decir, las narraciones, las creaciones artísticas y (tal vez) las...