El imperativo del exito y el temor al fracaso

El imperativo del éxito y el temor al fracaso

Josefina Figueroa C.
Francisca Larraín I.

Lo advierte la sabiduría popular y la academia, la filosofía oriental y la experiencia personal de los exitosos: desear demasiado el éxito, que este se transforme en un imperativo, no conduce a un buen final. Desde mundos mentales muy diversos, dos hombres sabios coinciden en este punto. San Juande la Cruz nos dice: “Para venir a gustarlo todo, no quieras tener gusto en nada. Para venir a poseerlo todo, no quieras poseer nada...”.Y Lao Tse, en el Tao Te Ching, texto básico del Taoísmo, expresa: “No mires lo que provoca tu deseo, verás que tu mente no padecerá confusión”.

Algunos artistas saben muy bien de los peligros del éxito. Muchas veces hemos escuchado a escritores yartistas plásticos decir que, al obtener un premio, temen recibir junto con ello una lápida para su creatividad. Tal vez ellos saben intuitivamente que la fuente principal de su inspiración está en el interior de ellos mismos y que ningún incentivo o reconocimiento que brinde el medio reemplazará el motor de un contacto, muchas veces doloroso, con el mundo interno.

Claudio Arrau relatabaque en los comienzos de su carrera, al morir su maestro de piano alemán que para él era como un padre, siendo ya un pianista relativamente conocido, comenzó a recibir críticas negativas y a no gozar de la aceptación del público. Como consecuencia, sintió que decaía en una carrera muy prometedora ya en ese momento. Inquieto, decidió emprender un psicoanálisis donde descubrió que estaba tocandopiano con un deseo intenso de satisfacer al público y a la crítica, es decir, con el imperativo del éxito, de ser reconocido y agradar a los demás. Ello le impedía conectarse con su originalidad, con lo que era especial en él, en una palabra, con su propia interpretación de la obra de los grandes maestros, que fue lo que, posteriormente, le trajo el triunfal reconocimiento del que gozó hasta sumuerte.

La necesidad imperativa de tener logros en lo económico, en lo profesional, y en lo familiar, podría adquirir la estructura de una adicción: aquel que no obtiene eso que alguien llama éxito y que -como la sustancia adictiva es externo a su ser- padece, se autodesvaloriza y no llega a darse cuenta que va tras una ilusión.

Es posible que una persona que no tiene unaidentidad clara o no conoce lo que profundamente le satisface, persiga los triunfos en el plano profesional como una forma de dar consistencia a su ser íntimo, como una forma de definirse.
La lucha tenaz en pos de logros económicos, el poder o la belleza puede ser un camino que busca compensar la fragilidad de una persona. Pero sabemos que de esa manera no alcanzará su objetivo, porquenada externo nos proporciona ese sentimiento de saber quienes somos. Esto último sólo puede conseguirse en el contacto con nuestras emociones.

Sin embargo, todos necesitamos a través de nuestro accionar en el mundo dar satisfacción a diversos anhelos, especialmente en los ámbitos del amor y del desarrollo laboral. Necesitamos crear, sentirnos competentes, constructivos, y disfrutarlo. Deesta manera neutralizamos también los aspectos más destructivos que llevamos dentro. ¿En qué radica la diferencia entre esta legítima búsqueda de triunfo personal y la búsqueda imperativa o frenética de éxito?

Consideramos realmente exitosa a una persona que ha llegado a ser lo que verdaderamente es.

Lo anterior implica conectarse con las personas cuyas imágenes inspiradoras noshabitan dentro desde la infancia, personas a las que hemos amado y que, a su vez, nos han enseñado a amar distintos aspectos de la vida como la naturaleza, el arte, o el conocimiento en general. Estas inspiraciones pueden quedar sin desarrollo, ocultas o aplastadas por presiones internas o externas, como la necesidad imperiosa de prestigio social, dinero o belleza corporal.

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